Papa León XIV inicia su pontificado con un llamado a la paz en el mundo y a la unidad

Por: Equipo de Redacción | 18/05/2025 17:00

Papa León XIV inicia su pontificado con un llamado a la paz en el mundo y a la unidad

Este domingo, el Papa León XIV inauguró su pontificado con una ceremonia en la Plaza de San Pedro, en la que le fueron impuestos los símbolos del poder papal: el palio y el Anillo del Pescador. Durante la misa, el nuevo pontífice realizó un emotivo llamado a la unidad en la Iglesia y a la paz en un mundo marcado por el odio y prejuicios.

La jornada inició con el primer paseo del papa en el papamóvil, recorriendo la plaza y la Vía de la Conciliación para saludar a las aproximadamente 200 mil personas congregadas en las inmediaciones vaticanas. Posteriormente, rezó en silencio ante la tumba del apóstol Pedro, bajo el baldaquino de Bernini en la basílica, donde le fueron colocados los símbolos del pontificado: el palio, una estola blanca que simboliza su liderazgo pastoral, y el Anillo del Pescador, que llevará hasta su muerte o renuncia.

Después de la oración, procesionó con su báculo hasta la plaza, acompañado por diáconos que portaban el Evangelio. La misa de inicio de su ministerio fue celebrada ante miles de fieles, autoridades y representantes de 150 países y organizaciones. Durante el acto, el papa fue instalado con el palio decorado con seis cruces negras de seda y aferrado con tres alfileres, y recibió el Anillo del Pescador de manos del cardenal filipino Luis Antonio Tagle, en un momento emotivo donde el pontífice, visiblemente conmovido, casi retuvo las lágrimas mientras era aclamado por la plaza.

Entre las autoridades presentes estaban los reyes de España, Felipe VI y la reina Letizia, vestida de blanco como manda la tradición. También asistieron delegaciones de Estados Unidos, representada por el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio, y de Perú, país donde el pontífice fue misionero y obispo, con la asistencia de la presidenta Dina Boluarte. En la plaza hubo gestos de cordialidad, como un apretón de manos entre Vance y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en medio de las tensiones recientes.

En su homilía, León XIV expresó la seriedad de la misión recibida y reconoció que fue elegido sin mérito, con temor. Llamó a una iglesia unida que actúe como fermento en un mundo lleno de heridas abiertas por odio, violencia, prejuicios y un modelo económico que explota los recursos y margina a los más vulnerables. El pontífice destacó la importancia de construir un mundo en paz, especialmente en un contexto de conflictos actuales.

Tras la misa, presidió la oración del Regina Coeli, en la que recordó a Francisco y agradeció la presencia de delegaciones y cofradías. También mencionó la situación en Gaza, donde niños, familias y ancianos atraviesan hambre, y la de Ucrania, que espera una negociación de paz justa y duradera tras las conversaciones en Estambul entre Moscú y Kiev.

Finalmente, en el interior de la basílica, se realizó un besamanos en el que el papa atendió a las delegaciones presentes, intercambió breves palabras y, romper el protocolo, compartió un abrazo con su hermano mayor, Louis.

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Equipo de Redacción

Periodista especializado en noticias de actualidad.

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