El Papa León XIV recibió este miércoles en su residencia de verano en Castel Gandolfo al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para reafirmar la disposición del Vaticano de facilitar negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia. Según un breve comunicado de la Santa Sede, el pontífice expresó su voluntad de acoger en el Vaticano a representantes de ambas partes para dialogar, destacando la necesidad de procesos de paz duraderos y justos. Durante la reunión, que fue cordial, se abordó la situación del conflicto y la importancia del diálogo como medio para poner fin a las hostilidades, además de expresar el dolor por las víctimas y la cercanía con el pueblo ucraniano. El comunicado señala que el Papa renovó su oración y apoyo, y alentó esfuerzos para la liberación de prisioneros y la búsqueda de soluciones compartidas. Este es el segundo encuentro oficial entre León XIV y Zelenski, tras una audiencia previa tras la toma de posesión del mandatario ucraniano en mayo pasado. La reunión tuvo lugar en la Villa Barberini, una localidad cercana a Roma donde el Papa ha elegido reposar durante el verano, siguiendo una tradición papal interrumpida durante casi 13 años. Zelenski llegó a las 13:30 horas locales (11:30 GMT) y fue recibido por el jefe de la Prefectura de la Casa Pontificia, Leonardo Sapienza, y la Guardia Suiza. El mandatario ucraniano viaja a Roma para participar en la inauguración de la IV Conferencia Internacional sobre la Reconstrucción de Ucrania, que se realizará en los próximos días, y también será recibido por el presidente italiano, Sergio Mattarella. La visita ocurre en un contexto marcado por el reciente ataque llevado a cabo por Rusia contra territorio ucraniano, el más grande desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, con 741 ataques en un solo día, según Zelenski. Además, la Defensora del Pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, solicitó ayuda del Papa para el retorno de ciudadanos rusos en Ucrania, en respuesta a la escalada bélica. La comunicación entre el Papa y Vladimir Putin, presidente ruso, incluyó una llamada telefónica reciente de tono diplomático, en la que Moscú acusó a Kiev de provocar la escalada.