Gabriela, quien desde hace más de cuatro años participa en el cuidado del Parque Alameda 2000 de Toluca junto con su esposo Leonardo, destacó la importancia de que haya personas comprometidas con la protección del medio ambiente. La pareja, que suele practicar atletismo en ese espacio, notó que el parque había quedado en condiciones lamentables, con árboles secos y sin sombra, por lo que decidieron intervenir para recuperarlo.
Sus primeras acciones consistieron en recolectar basura en los alrededores y llevársela a los contenedores disponibles. Posteriormente, comenzaron a plantar árboles, incluyendo pinos encontrados tirados en el suelo, así como árboles frutales para atraer fauna y enriquecer la biodiversidad del parque. También instalaron un sistema rústico de riego con botellas de plástico perforadas para mantener hidratados los nuevos ejemplares y la fauna del lugar.
Además de estas tareas, la pareja resaltó que la participación de las autoridades en el cuidado del parque es limitada; calificaron sus esfuerzos como mínimos, ya que están ausentes y dedican poco tiempo a la conservación del espacio. Gabriela criticó que se realicen pocas acciones y que no se asignen suficientes recursos para el mantenimiento del parque, además de señalar la falta de programas gubernamentales enfocados en su recuperación.
Los habitantes del área también mostraron desinterés en la conservación del lugar, y la pareja lamentó que pocos visitantes se preocupen por mantener limpio y bonito el parque. Ambos expresaron su preocupación por la actitud de algunos visitantes que dañan la flora, dejan basura y dificultan las labores de restauración y protección del área verde.