Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una ganancia neta de 59 mil 500 millones de pesos en el segundo trimestre de 2025, una recuperación significativa frente a la pérdida de 273 mil 300 millones de pesos en el mismo período de 2024. Según su informe financiero, este resultado fue impulsado por una utilidad cambiaria, menores costos en rubros clave —como el costo financiero, beneficiado por instrumentos derivados— y una reducción en impuestos y derechos.
No obstante, estos beneficios se vieron parcialmente compensados por una caída en las ventas, mayores gastos administrativos y de distribución, además de un incremento en el deterioro de activos fijos. Entre abril y junio, los ingresos totales de Pemex alcanzaron 391 mil 600 millones de pesos, lo que representó una disminución anual del 4.4 por ciento, atribuida principalmente a un menor volumen de crudo comercializado y a la caída en precios de productos como gasolina y diésel.
La compañía destacó que este impacto fue mitigado por un aumento en las ventas de gas licuado y gas natural, debido a precios más altos en estos energéticos. Sin embargo, a cierre del primer semestre, la deuda total —que incluye intereses devengados— se ubicó en 1.86 billones de pesos (98.8 mil millones de dólares), lo que implica una reducción del 5.7 por ciento respecto a 2024, gracias a aportaciones de capital por 94 mil 500 millones de pesos realizadas por el gobierno federal.
A pesar de estos avances, la presión financiera persiste, ya que más de la mitad de la deuda de Pemex, el 51.3 por ciento, tiene vencimientos en los próximos tres años, incluyendo 320 mil millones de pesos que deberán pagarse en lo que resta de 2025. Fuentes oficiales advierten que la estrategia de la compañía deberá enfocarse en afrontar estos vencimientos a tiempo para mantener su estabilidad financiera.
