A casi seis años de que el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) suspendió los donativos para eventos sociales, la Unión de Pensionados y Pensionistas del ISSEMyM (UPPIAC) ha asumido los gastos del tradicional 'Miércoles Jubiloso'. Sin embargo, algunos asistentes consideran que esta celebración se ha convertido en un exclusivo 'club de amigos', ya que el acceso en sus dos sedes es limitado.
Desde hace cuatro décadas, los 'Miércoles Jubiloso' surgieron como iniciativa de la esposa del ex director del ISSEMyM, Santiago Velasco, con el objetivo de ofrecer un espacio de esparcimiento y diversión para pensionados y pensionistas del instituto.
El presidente actual de UPPIAC, Everardo López Pérez, explicó que, con el tiempo, esta tradición se consolidó. Aunque hubo una pausa de dos años por la pandemia de Covid-19, las actividades se retomaron posteriormente.
López Pérez señaló que la suspensión del apoyo económico del ISSEMyM ha llevado a los pensionados a financiar los gastos de música y comida. Para ello, se formaron aproximadamente 12 grupos de 10 personas cada uno, que se turnan para organizar y colaborar en el baile que se realiza cada semana, de 15:00 a 18:00 horas.
«En un principio logramos un acuerdo con las autoridades para realizar el 'Miércoles Jubiloso', pero nos redujeron el tiempo a solo tres horas», comentó.
Durante la primera hora, se contrata a un artista o trío que ameniza con música la comida que los pensionados disfrutan en el salón de usos múltiples de UPPIAC, para luego seguir con el baile organizado por los grupos, con música en vivo, orquestas o sonidos.
Cada grupo invierte entre 10 y 15 mil pesos en la organización de este evento. Debido a estos costos, solo pueden asistir los integrantes de los 12 grupos, aproximadamente 120 personas. Los asistentes contribuyen con cooperaciones de mil a mil 500 pesos por persona, y los organizadores pueden invitar a dos o tres personas externas, pero poco más.
Este mismo esquema se aplica también a otro 'Miércoles Jubiloso', organizado por un grupo de pensionados en un salón cercano a la ex tienda del ISSEMyM, ubicada en Gómez Farías, manteniendo así la tradición en un espacio restringido a unos pocos.