El Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario del Estado de México vive uno de sus momentos más desafiantes en años, tras experimentar un estancamiento en su crecimiento y participación. A pesar de implementar nuevas estrategias, la organización no ha logrado incrementar su número de integrantes y registra una participación menor en competencias, lo que genera un panorama incierto para la próxima temporada.
Un ejemplo de esta situación fue en los Juegos Nacionales 2025, realizados a finales de julio en Tamaulipas, donde la delegación mexiquense acudió con solo 120 participantes en disciplinas deportivas y culturales, una cifra significativamente menor a las más de 300 de años anteriores.
Aunque la inseguridad en el norte del país influyó en la disminución de asistentes, el principal problema sigue siendo el déficit de jóvenes en la organización.
Según Raúl Mercado Hernández, jefe del Pentathlón en el Estado de México, la organización no ha logrado recuperarse completamente desde la pandemia de Covid-19. "Hemos recuperado muy poco, no sé qué pasa, la juventud ya no se quiere sumar al pentathlón. En el último informe de afiliados, solo estábamos en poco más de mil 200, la misma cifra que al cierre de 2024, distribuidos en 30 municipios, mayoritariamente en el Valle de México".
Antes de la pandemia, la matrícula alcanzaba los 2 mil 200 integrantes, cifra que hoy resulta inalcanzable en los últimos cinco años.
Otro reto importante es la baja permanencia de los jóvenes que ingresan a la organización. Mercado Hernández señala que "la rotación es alta, y tenemos que esforzarnos para captar nuevos elementos y capacitarlos nuevamente, lo cual complica aún más la situación".
En los años recientes, solo se han incorporado aproximadamente 300 nuevos deportistas y se han reactivado sedes en Acolman y Cocotitlán, logrando cubrir 30 municipios, aunque aún lejos de los niveles prepandemia.
El objetivo sería contar con un promedio de 70 integrantes por municipio para alcanzar una matrícula de 2 mil 100, pero la organización aún no logra ese crecimiento y continúa enfrentando dificultades.
El Pentathlón en el Estado de México afronta, por tanto, un doble reto: recuperar la confianza y el interés de los jóvenes, y promover espacios que fortalezcan la disciplina y los valores de su historia en la entidad, que en los últimos años ha visto reducida su presencia.