Pérdidas millonarias por cierre de frontera ante plaga del gusano barrenador afectarán economía de México

Por: Equipo de Redacción | 06/08/2025 17:00

Pérdidas millonarias por cierre de frontera ante plaga del gusano barrenador afectarán economía de México

La Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG) estimó que las pérdidas mensuales ocasionadas por el cierre de la frontera norte, debido a la propagación de la plaga del gusano barrenador, fluctúan entre 25 y 30 millones de dólares.

“Para la industria exportadora, las pérdidas son de alrededor de 25 a 30 millones de dólares mensuales. No solo por divisas, sino por la cantidad de ganado que permanece en el país y que debe venderse en el mercado interno”, explicó Jesús Brígido Coronel, presidente de la AMEG.

En una reunión con medios de comunicación, Brígido Coronel afirmó que los productores mexicanos cumplen con todos los protocolos sanitarios y que la zona libre de la plaga, en el norte de México, puede continuar exportando ganado vivo a Estados Unidos. Además, solicitó que las exportaciones no se politicen.

La AMEG también destacó el impacto en el mercado interno, señalando que a principios de año el precio por kilogramo de becerro era de 58 pesos, y actualmente ha subido a 70 pesos, lo que representa un aumento del 20.6% en los primeros siete meses del año. Por su parte, el precio de exportación se mantiene en 80 pesos por kilogramo.

Juan Ley Zevada, presidente de la Asociación Mexicana de Exportadores de Carne, afirmó que el incremento en el precio de la carne en México no guarda relación con la plaga del gusano barrenador, sino que responde a variables del mercado internacional, así como a la oferta y demanda interna.

Asimismo, indicó que las medidas sanitarias acordadas entre México y Estados Unidos para controlar la plaga se han cumplido desde su negociación.

Por otro lado, aunque se prevé que la planta de moscas estériles en Chiapas comience a operar a principios de 2026, la AMEG sostiene que las acciones inmediatas para contener la plaga se limitan a controlar los animales infectados con ivermectina, baños con larvicidas y vigilancia por parte de los ganaderos, sin soluciones inmediatas para erradicar completamente la plaga.