Cuautitlán Izcalli, Edomex., 28 de julio 2025.- Cinco micro lagunas formadas por vertidos ilegales de camiones cargados con cascajo continúan representando un serio riesgo ambiental en el Lago de Guadalupe. Estos cuerpos de agua artificiales, creados sin regulación alguna, generan gases tóxicos y corrosivos que podrían afectar la salud de los habitantes y alterar el equilibrio ecológico de la zona.
Autoridades locales informaron que las acumulaciones contienen descargas domésticas sin tratar y lodos en avanzado estado de degradación. En respuesta a la situación, la Dirección de Medio Ambiente y Sustentabilidad del municipio aplicó un tratamiento biológico con bacterias vivas no patógenas, con el fin de reducir los contaminantes.
Tras la clausura ambiental, se implementó el uso de un producto denominado PRO DB, que fue diluido en una cisterna de 10,000 litros y aplicado mediante goteo y gravedad en las lagunas, como una “dosis de impacto”. Además, se retiraron gradualmente plantas flotantes, como lentejilla y lirio acuático, cuya proliferación evidenciaba el alto nivel de deterioro ambiental.
Para mejorar las condiciones del agua, también se instalaron cinco aireadores solares —uno en cada laguna— con el objetivo de mantener niveles mínimos de oxigenación y frenar el daño ecológico. Sin embargo, hasta el momento no se ha informado si estos tratamientos han mostrado resultados medibles ni qué seguimiento se realizará.
Las micro lagunas, conocidas como “corredor polinizador”, fueron clausuradas en abril pasado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tras detectar efectos dañinos en el ecosistema local. Las autoridades municipales han declarado que dichas lagunas fueron construidas sin respaldo técnico ni autorización oficial.
El gobierno local señala que la zona es protegida y que cualquier intervención no autorizada puede tener consecuencias negativas. Por su parte, colectivos ambientales consideran que los daños acumulados reflejan una falta de vigilancia y acciones correctivas oportunas, lo que agrava el deterioro del ecosistema en el Lago de Guadalupe.