Una semana después de las inundaciones que colapsaron calles y naves en la zona industrial de Lerma, trabajadores y empresarios advierten que aún persisten lodos contaminados y agua estancada en diversos puntos del corredor. Aunque se iniciaron labores de limpieza en conjunto con el gobierno del Estado de México y el ayuntamiento local, los residuos no han sido completamente eliminados y el aroma en la zona afectada continúa siendo constante y considerado como ‘nauseabundo’. La Secretaría de Salud federal y la Organización Mundial de la Salud alertan que la exposición prolongada a aguas residuales y sus lodos puede generar infecciones gastrointestinales, enfermedades dérmicas y problemas respiratorios, especialmente en temperaturas elevadas que aumentan la liberación de gases tóxicos como el sulfuro de hidrógeno. Los trabajadores del parque industrial temen presentar síntomas de gastroenteritis y dermatitis debido a las condiciones actuales. ‘Huele horrible, son residuos que se están secando y pulverizando, los respiramos. Algunos usan cubrebocas, pero no todos podemos costearlo’, comentó Juan, empleado en una de las empresas afectadas en la calle Guzmán. El presidente de la Asociación de Empresarios Industriales del Estado de México, Teodoro Martínez, reconoció que, a pesar de las labores de bombeo y saneamiento implementadas desde el inicio, no ha sido posible retirar todos los residuos por completo. ‘Sabemos que los olores fétidos que se generan por los residuos requieren tiempo para desaparecer y evitar mayores problemas de salud’, señaló. Durante un recorrido por El Sol de Toluca, se constató que algunos tramos mantienen anegaciones menores y acumulaciones de lodo en banquetas, especialmente cerca del parque industrial La Bomba. Más de 600 empresas operan en esta región, muchas de las cuales han visto afectadas sus rutas de entrada, salida y traslado de personal. El sector mantiene comunicación con organismos como OPDAPAS y dependencias estatales para continuar acciones de limpieza y saneamiento. Además del riesgo de exposición a contaminantes, el deterioro en calles y banquetas incrementa por el crecimiento urbano desordenado y la falta de mantenimiento, lo cual sobrecarga el sistema de drenaje. ‘Las lluvias en Toluca, Zinacantepec o Lerma reflejan su impacto, ya que no hay áreas verdes suficientes para absorber el agua, que ahora corre hacia los sistemas pluviales del parque’, explicó Martínez. El desbordamiento no solo obstruyó vialidades, sino que también dificultó la llegada de insumos y la realización de turnos laborales. El sector ha solicitado apoyo adicional para desinfectar calles, colocar cal en puntos críticos y reponer las coladeras dañadas o robadas, muchas pertenecientes a la red de CFE o en concesiones viales bajo esquemas PPS. Aunque algunas empresas han canalizado a su personal a clínicas privadas o al IMSS para atender síntomas relacionados, no se ha reportado una intervención formal de las autoridades sanitarias. Los empresarios advierten que esta situación no debe considerarse un riesgo inherente al trabajo, sino una problemática ambiental que requiere una respuesta interinstitucional para evitar posibles brotes infecciosos. Resaltan además que el parque industrial se ubica a 1.8 metros por debajo del nivel del río Lerma, siendo una de las zonas más bajas del municipio, por lo que la prevención y medidas de remediación son urgentes para evitar futuras emergencias y proteger la salud de los trabajadores.