Gustavo Petro manifestó en sus redes sociales su posición respecto a la publicación del proyecto de ley para una asamblea nacional constituyente, difundido por el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre Lynett, desde China. La iniciativa generó controversia en el ámbito político, especialmente porque la idea de una constituyente ha estado presente en varias propuestas del Ejecutivo, incluso en una consulta popular que no progresó en el Congreso.
Petro aclaró que la propuesta es de su autoría, pero que no busca reemplazar la Constitución de 1991. En respuesta al periodista Félix de Bedout, quien opinó que la Constitución actual solo necesita ajustes empezando por la colaboración y el consenso, el mandatario afirmó que no plantea una refundación del Estado, sino el desarrollo de un marco que ya existe, pues la base del Estado Social de Derecho fue establecida en 1991. Sin embargo, indicó que ciertos sectores no coinciden con los derechos constitucionales y, por ello, considera necesario un proceso en el que el pueblo pueda expresarse como constituyente para hacer realidad la Constitución de 1991.
Petro añadió que la propuesta será de iniciativa popular, permitiendo que la ciudadanía presente ideas que serán evaluadas por el comité pro constituyente, como explicó el ministro Montealegre en su comunicado. "El borrador elaborado por el ministro de Justicia será revisado y modificado por las organizaciones sociales que conformen dicho comité, el cual recogerá firmas y presentará el texto ante el Congreso, en línea con la Constitución. Cualquier ciudadano, incluido el ministro de Justicia, podrá hacer propuestas, que serán sometidas a la decisión final del comité ciudadano", puntualizó.
Desde Shanghái, Montealegre anunció oficialmente un proyecto de ley para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en Colombia, fundada en la necesidad de una profunda transformación social e institucional liderada por el pueblo. El ministro comparó la propuesta con procesos históricos de cambio, como el de la República Popular China, destacando que la iniciativa busca liberar a Colombia de cadenas antiguas y enfrentar los desafíos actuales.
El proyecto contempla la creación de una Asamblea integrada por 71 delegados seleccionados bajo criterios de paridad de género y con representación de sectores que no se identifican con las clasificaciones tradicionales, incluyendo grupos que proponen formas de identidad diferentes a los binarismos tradicionales.
Montealegre enfatizó que el proceso está inspirando en ideales democráticos y la autonomía frente a influencias externas. "Colombia dará un salto hacia una dignidad humana renovada, sin imposiciones imperiales ni humillaciones extranjeras. Este proceso transformará el país y establecerá nuevas instituciones adaptadas al siglo XXI", afirmó.
El ministro también apuntó que varios principios y estructuras heredados de la Constitución de 1991 se han quedado obsoletos o son utilizados por sectores retardatarios para destruir avances sociales, por lo que insiste en la necesidad de un cambio profundo.
Por último, subrayó la inclusión y pluralidad del proceso, señalando que participarán diversos sectores sociales —campesinos, obreros, mujeres, gitanos, jóvenes, víctimas del conflicto, afrodescendientes e indígenas— que iniciarán este proceso en la Plaza de Bolívar de Bogotá, bajo la mirada de la historia y los ideales libertadores del país.