Guadalupe Teresa Amor, conocida como Pita Amor, nació en una familia porfirista conservadora. Sin embargo, desafió las expectativas de su clase social para mostrar su belleza atrevida, su espíritu rebelde y una obra poética que la consolidó como una de las precursoras de la liberación femenina en los años 50.
Reconocida como una de las poetas mexicanas más importantes del siglo XX, igualada en prestigio a Sor Juana Inés de la Cruz, su estilo excéntrico, sus relaciones fuera del matrimonio y su búsqueda de libertad generaron tanto admiradores como detractores de su obra.
Nació el 30 de mayo de 1918 y desde temprana edad rechazó las normas sociales que regulaban el comportamiento de las mujeres en su tiempo. Sus padres, incapaces de controlar su rebeldía, le permitieron ser libre.
Antes de dedicarse a la escritura, Pita Amor fue actriz en cine y teatro. Su belleza llamó la atención de destacados fotógrafos y pintores, como Diego Rivera, Juan Soriano y Raúl Anguiano, quienes la immortalizaron con sus obras.
A los 27 años, tuvo su primer contacto con la escritura, experiencia que reveló en su poema “Confidencias de la autora”, donde describe esa revelación como algo casi milagroso.
Su carrera literaria comenzó a destacarse con la publicación de su primer libro, “Yo soy mi casa”, que marcó un ascenso en su vida y obra, demostrando que, a pesar de las críticas, podía triunfar en el mundo literario como sus contemporáneos.
En un fragmento de “Yo soy mi casa,” Pita Amor expresa una fantasía de matar a su prima Paulette, a quien envidiaba por casarse con el príncipe polaco Jean Poniatowska. Su vida amorosa fue poco convencional y estuvo marcada por varios romances, algunos con hombres mayores, lo que no fue bien visto socialmente.
De uno de sus matrimonios nació su hija, la periodista Elena Poniatowska, quien en su libro “Las siete cabritas” narra una anécdota en la que Pita Amor expresó: “..."
Aunque su vida parecía centrada en sus pasiones, una tragedia la afectó profundamente: la muerte de su hijo Manuelito, quien a los 1 año y 7 meses murió ahogado en una pileta mientras estaba bajo el cuidado de su hermana. Tras esta pérdida, la poesía y presencia de Pita Amor se vieron mermadas, llevándola a un período de silencio de cinco años.
En 1990, en una grabación, la poeta leyó su poema “Letanía de mis defectos”, en el que reflejó su belleza física y su espíritu rebelde, características que la acompañaron durante sus años en el ojo público.