Lo que inició como una cena entre amigos en el restaurante Les Grands Buffets de Narbona terminó en una situación insólita y polémica. El pasado domingo 19 de octubre, el padre Frédéric fue sorprendido al ser informado de que debía pagar 65,90 euros para que su hijo de 13 meses pudiera sentarse en una trona durante la comida. La escena fue presenciada por un periodista del diario Midi Libre.
Frédéric acudió al establecimiento acompañado de su pareja, su hijo Gabriel y una docena de amigos, con la expectativa de disfrutar de la reconocida gastronomía del lugar. Sin embargo, en la entrada le comunicaron que debía pagar la tarifa completa, equivalente al menú para adultos, solo por incluir al bebé en la mesa.
El padre explicó que había consultado previamente con un gerente y le aseguraron que no habría problema en usar una trona, ya que los cochecitos estaban prohibidos en el restaurante. Pero al llegar, la encargada de reservas le informó que no sería posible y que, si quería que Gabriel se sentara con ellos, debía pagar la tarifa de adulto.
Frédéric intentó aclarar que su hijo no consumiría del bufé, pero la empleada respondió: “No es un peluche, es un ser humano, así que cuenta como una persona normal”. Además, agregó que si no quería pagar más, el bebé debía ser llevado en brazos. La situación dejó al padre desconcertado, ya que consideró que la política del restaurante carecía de sentido y mostraba una falta de humanismo.
El establecimiento, famoso por su gastronomía francesa y dirigido a turistas y amantes de la gastronomía, implementó desde el 1 de octubre una política que considera a todos los niños, sin importar su edad, como adultos en sus reservas, sin ofrecer tarifas reducidas. Esto significa que incluso un bebé debe pagar el precio completo si se sienta en la mesa, aunque no consuma nada.
Hasta el momento, la dirección del restaurante no ha emitido declaraciones públicas sobre el caso específico, pero esta política ya generaba debate en redes sociales desde su anuncio.
Pese a la incomodidad y controversia, Frédéric destacó la amabilidad del personal, aunque calificó la situación como escandalosa. “Me parece absurdo que pidan pagar 65,90 euros por un bebé. Eso es lo que cuesta un banquete para un adulto, no para un niño de 13 meses”, comentó.
La historia difundida por Midi Libre provocó reacciones tanto entre clientes habituales como en redes sociales, donde muchos calificaron la medida como “absurda” e “inhumana”. Para Frédéric, la experiencia dejó un sabor amargo: “Nunca pensé que tener a mi hijo en la mesa podría generar este conflicto. No hice la reserva, pero Gabriel y yo ya hemos comido sin problema en otros lugares. Es sorprendente que esto suceda por un bebé”.
Mientras tanto, Les Grands Buffets continúa aplicando su política sin ofrecer excepciones, incluso para los más pequeños, generando discusión sobre la sensibilidad y el sentido común en este tipo de normativas.
