Polonia anunció este jueves la restricción del tráfico aéreo en su frontera oriental y solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, tras la incursión de aproximadamente veinte drones que cruzaron desde Ucrania y Bielorrusia. Varsovia denuncia que los drones, presuntamente rusos, entraron en su espacio aéreo y reclama un mayor respaldo militar de la Unión Europea y la OTAN.
Moscú niega haber dirigido ataques en territorio polaco y sostiene que Varsovia no presenta evidencias de que los drones sean de fabricación rusa. Desde el inicio de la invasión a Ucrania en febrero de 2022, varios sistemas aéreos rusos han ingresado en el espacio de países miembros de la OTAN, pero esta es la primera vez que un país aliado derriba drones en su propio territorio.
La situación ha motivado una condena generalizada por parte de potencias occidentales, que consideran el incidente un acto sin precedentes. La cancillería polaca indicó en redes sociales que, a petición de Polonia, se convocará una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad para abordar la violación aérea, en la que se busca llamar la atención mundial sobre lo ocurrido.
El jefe de la diplomacia de Polonia, Radoslaw Sikorski, afirmó que la intrusión no solo representa una prueba para Polonia, sino para toda la OTAN, en aspectos militares y políticos. En respuesta, Varsovia anunció la implementación de restricciones en el tráfico aéreo en su frontera con Bielorrusia y Ucrania, hasta el 9 de diciembre, en una franja de 26 a 46 kilómetros de profundidad, exceptuando vuelos civiles que superen los tres kilómetros de altitud.
Según informes oficiales, 19 drones entraron en el espacio aéreo polaco en la madrugada del miércoles, de los cuales al menos tres fueron derribados. Los restos de 16 aparatos fueron recuperados, y se reportaron daños en una vivienda y un vehículo. La presencia de restos de origen ruso apunta a una acción deliberada, que ha generado reacción internacional.
Diversos líderes europeos condenaron el incidente. El canciller alemán Friedrich Merz llamó a reconocer la agresión de Rusia, mientras que el presidente francés Emmanuel Macron instó a Rusia a cesar lo que describió como un acto de agresión. Estados Unidos expresó su apoyo a los países de la OTAN, asegurando su compromiso de defender el territorio aliado.
La Unión Europea y la OTAN activaron mecanismos de consulta y coordinación, con la lideresa de la Comisión Europea, Kaja Kallas, acusando a Rusia de poner a prueba la unidad del bloque. En paralelo, China, un respaldo diplomático de Moscú y miembro permanente del Consejo de Seguridad, pidió diálogo entre las partes para resolver la situación de manera pacífica.