¿Alguna vez te has preguntado cómo se honra la memoria de las víctimas de transfeminicidio en el Estado de México? La respuesta se encontró este miércoles en una emotiva vigilia en Nezahualcóyotl, donde decenas de velas iluminaron un acto de resistencia y lucha.
El Paseo Cultural Nezahualcóyotl, cercano al monumento El Coyote en la colonia Evolución, fue el escenario de un homenaje con un propósito claro: recordar a las mujeres trans que han sido víctimas de feminicidio en los últimos años. Fotografías de Naomi Alonso, Ayetza Salas, Paola Buen Rostro, Karen Sánchez, Rita Hester y Marsha Jhonson se mostraron en una exposición que conmovió a todos los presentes.
Pero no solo fue un acto de remembranza. En la misma ceremonia, se colocó la fotografía de Jesús Ociel Baena, el primer magistrade no binario de México, quien fue encontrado sin vida en su domicilio en Aguascalientes en 2023. Su historia inspira y refleja la lucha constante contra la discriminación.
Gaby Mora, activista presente en el acto, expresó: “Sus nombres están grabados en nuestros corazones y su ausencia nos impulsa a seguir adelante. Nos comprometemos a luchar contra el odio y la discriminación que alimentan los transfeminicidios.”
¿Pero qué significa esta actividad en el contexto más amplio? Se realizó en el marco del Día Internacional de la Visibilidad Transgénero, un día para exigir respeto y avanzar en derechos aún pendientes. Gracias a estos esfuerzos, en el Estado de México, el transfeminicidio está tipificado y puede ser castigado con penas de 60 a más de 90 años de prisión.
Y los casos recientes no dejan duda de la urgencia de esta lucha. Uno de los más tristes fue el de Ayetza, una mujer trans de 38 años, encontrada sin vida y con huellas de violencia el lunes 2 de septiembre de 2024. Sus familiares y amigos la recuerdan como una mujer alegre, independiente y luchadora, que trabajaba como estilista y costurera para apoyar a su familia.
¿Hasta cuándo se podrá decir que estas historias no vuelven a repetirse? La vigilia en Nezahualcóyotl no solo fue un acto de memoria, sino un llamado a la acción para seguir luchando por justicia y derechos igualitarios. Porque en cada vela encendida y en cada nombre recordado, hay una esperanza de un futuro más justo para toda la comunidad LGBTTIQ+.
