¿Alguna vez te preguntaste cuántas personas en el Estado de México buscan servicios de aborto en la Ciudad de México a pesar de que la ley estatal ya permite la interrupción legal del embarazo? La respuesta te sorprenderá.
A pesar de que el Estado de México despenalizó el aborto, sigue siendo la segunda entidad con más solicitudes relacionadas con la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en la capital del país, solo después de la propia Ciudad de México.
Durante un periodo de casi un año, de julio de 2024 a junio de 2025, en promedio 294 mexiquenses mensualmente –lo que equivale a unos 9 diarios– acudieron a servicios de ILE en la CDMX. Aunque esta cifra marca una ligera reducción en comparación con años anteriores, sigue siendo significativa.
Pero, ¿qué revela esto? Los datos oficiales, recopilados por la Coordinación Estatal de IMSS-Bienestar de Ciudad de México, indican que en total, durante ese mismo periodo, se llevaron a cabo 12,822 interrupciones legales del embarazo a personas de al menos 30 entidades del país. La Ciudad de México tiene la mayor cuota con 8,251 atenciones, seguida muy de cerca por el Estado de México con 3,528.
Otras entidades cercanas a la capital, como Puebla, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Hidalgo y Morelos, suman en conjunto alrededor de 519 servicios, reflejando que muchas mujeres prefieren acudir a la CDMX, incluso cruzando límites estatales.
¿Y qué pasa si comparamos estos datos con los registros históricos? Entre abril de 2007 y junio de 2024, en el Estado de México se otorgaron aproximadamente 77,160 servicios de aborto legal, lo que resulta en un promedio de 398 atenciones mensuales. Sin embargo, para el periodo de julio de 2024 a junio de 2025, la cifra se redujo a 294 servicios al mes, o sea, 104 menos.
Esta disminución de cerca del 26% en la demanda local evidencia una tendencia descendente en la cantidad de interrupciones del embarazo dentro del propio Estado de México, pero también revela que muchas mujeres continúan optando por acudir a la CDMX, posiblemente buscando un proceso más accesible o seguro.
¿Será que las barreras siguen siendo mayores en su estado o simplemente prefieren la confianza que les ofrece la capital? La realidad detrás de estas cifras nos invita a reflexionar sobre la necesidad de una política más efectiva y accesible en todo el país.