
La Comisión Europea anunció este martes la autorización para que la italiana Prada adquiera el grupo de moda Versace, en una operación valorada en 1,380 millones de dólares. La adquisición busca que Prada amplíe su alcance en el mercado del lujo, especialmente tras la desaceleración en la demanda de productos exclusivos y las pérdidas recientes de Versace en varios trimestres.
El regulador europeo aseguró que la fusión no generará problemas de competencia y destacó que esta operación refuerza la presencia de Italia en la industria del lujo, actualmente dominada por conglomerados franceses como LVMH, propietario de Louis Vuitton.
Patrizio Bertelli, presidente de Prada, afirmó que están comprometidos a ofrecer a Versace una plataforma sólida, respaldada por inversiones constantes y relaciones duraderas. Por su parte, Andrea Guerra, CEO de Prada, señaló en una conferencia con analistas que la adquisición es una estrategia a largo plazo con foco en ampliar los ingresos, no en reducir costos.
Las conversaciones entre Prada y Versace iniciaron el año pasado, tras que Capri Holdings, dueña de Versace, consideró vender la marca a Tapestry, propietaria de Coach y Kate Spade. Sin embargo, este acuerdo fue descartado debido a preocupaciones antimonopolio.
El precio de compra, que rondaba los 1,4 mil millones de dólares en enero, permanece estable, reflejando el interés en la operación. John Idol, CEO de Capri, declaró que esta transacción permite aumentar el valor para los accionistas y fortalecer el crecimiento futuro de marcas como Michael Kors y Jimmy Choo.
Prada anunció que ha comprometido 1,5 mil millones de euros en nueva deuda para financiar la adquisición, la cual se espera cierre en la segunda mitad del año.