El euro abrió hoy en Bolivia cotizado en 8,02 bolivianos en promedio, reflejando un incremento del 2,21% respecto a los 7,84 bolivianos de la jornada anterior, según reportes de Dow Jones. En los últimos siete días, la moneda europea ha registrado un aumento del 0,57% y acumula un incremento anual del 13,84%. Actualmente, el euro ha tenido dos días consecutivos en ascenso, aunque la volatilidad del mercado presenta mayores fluctuaciones en comparación con el promedio del año, indicando una mayor incertidumbre.
En contraste, el Banco Central de Bolivia mantiene un tipo de cambio oficial de 6,96 bolivianos para la venta y 6,86 para la compra del dólar estadounidense. Sin embargo, en las calles, la divisa se cotiza considerablemente por encima, alcanzando valores que duplican el precio oficial en un mercado paralelo, fenómeno que se ha agudizado desde 2023 debido a la escasez de dólares en el país.
Esta crisis de divisas se ha visto agravada por la inestabilidad política y económica, marcada por las tensiones entre el presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales. La situación ha provocado un incremento en la inflación, que en 2022 cerró en un 9,97%, la más alta en 16 años y casi triple lo pronosticado inicialmente. El Instituto Nacional de Estadística (INE) atribuye esta al sequía que afectó la agricultura y a los bloqueos impulsados por seguidores de Morales.
Para 2025, el gobierno boliviano estima una inflación anual del 7,5%. Paralelamente, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ha mostrado una tendencia a la baja desde 2021, con proyecciones del Banco Mundial de un crecimiento de apenas 1,5% en 2023, en contraste con la expectativa gubernamental de un 3,51%. La economía del país enfrenta un escenario de incertidumbre y desafíos que impactan en las variables económicas y en el valor de su moneda.
