El informe más reciente del Sistema Nacional de Agua (Snia) revela que, al 22 de agosto, la presa El Molino en Aculco solo tenía un 4% de su capacidad, con 0.302 hectómetros cúbicos de los 7.686 posibles. Este nivel crítico se iguala al registrado durante la sequía de 2024. Por otro lado, la presa Huapango en Jilotepec tiene un 23% de llenado, con 27.488 hectómetros cúbicos de los 121.300 que puede almacenar, también en situación de alerta.
En contraste, la presa Taxhimay en Villa del Carbón muestra una recuperación significativa, con un 97% de su capacidad llena, seguida por La Concepción en Tepotzotlán con 81%, y Madín en Naucalpan con 80%. Otros embalses con niveles por encima del 60% son Guadalupe (74%), San Andrés Tepetitlán (71%), Ignacio Ramírez (67%), Danxhó (67%), Valle de Bravo (64%) y Ñadó (58%).
Por debajo del 50%, las presas más afectadas son Francisco José Trinidad Fabela en Atlacomulco (41%), Villa Victoria (37%) y José Antonio Alzate en Temoaya (30%). Pese a las recientes lluvias, Huapango y El Molino siguen en los niveles más bajos de almacenamiento.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha pronosticado que la temporada de lluvias de este año será menos intensa que la de 2024. Sin embargo, los acumulados mensuales han superado las expectativas iniciales. Se espera que en septiembre, octubre y noviembre las precipitaciones sean menores, marcando la tendencia descendente en los niveles de los embalses.
Las presas Villa Victoria y Valle de Bravo, que integran el Sistema Cutzamala, podrían enfrentarse a un nuevo estrés hídrico durante la próxima temporada de estiaje, ya que es poco probable que recuperen toda su capacidad antes de que concluya la temporada de lluvias.