El presidente de Líbano declaró el miércoles a un alto funcionario iraní en visita en Beirut que ningún grupo libanés puede portar armas ni contar con apoyo externo. Esto sucede después de que el gabinete del país aprobara objetivos de una hoja de ruta respaldada por Estados Unidos para desarmar a Hezbolá, grupo aliado de Irán y considerado militante. En una reunión con Alí Larijani, secretario del máximo órgano de seguridad iraní, Joseph Aoun advirtió sobre la injerencia extranjera en los asuntos internos del Lebanon, aseverando que el país está abierto a la cooperación con Irán, siempre respetando la soberanía y el respeto mutuo. Larijani afirmó que Irán apoya la soberanía libanesa y no interviene en sus decisiones. Además, expresó que mantienen respeto por las decisiones del gobierno libanés en consulta con la resistencia, que se refiere a Hezbolá, fundado en 1982 y que se ha convertido en una fuerza armada dentro del estado, con acciones militares contra Israel. Larijani señaló que Irán no ha traído ningún plan a Líbano, sino que los que intervienen en sus asuntos son Estados Unidos, que dicta los plazos y planes. Recomendó que Líbano valore siempre la resistencia, distinguiendo claramente entre sus enemigos y amigos, siendo Israel su enemigo y la resistencia su aliada. Estados Unidos ha presentado un plan, a través del enviado de Donald Trump, Tom Barrack, que detalla pasos para desarmar a Hezbolá, que sigue rechazando estas solicitudes tras su conflicto con Israel el año pasado.