La violencia política en México se intensifica. Este martes, Martha Laura Mendoza, alcaldesa de Tepalcatepec, Michoacán, fue asesinada junto a su esposo en las inmediaciones de su vivienda. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) condenó enérgicamente el crimen y solicitó al gobierno de Claudia Sheinbaum y al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, que se esclarezca el hecho y se castigue a los responsables.
Según los primeros informes policiales, un hombre armado descendió de un vehículo y disparó contra Mendoza, su esposo y otra persona que resultó herida. La dirigencia nacional del PRI, liderada por Alejandro Moreno Cárdenas, advirtió que este hecho se suma a una serie alarmante de asesinatos de autoridades locales, en un contexto de creciente impunidad. Con la muerte de Mendoza, ya son siete alcaldes asesinados en el primer año del actual gobierno federal, informó el partido.
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI sostuvo que “la crisis de inseguridad no se resuelve solo con propaganda. Se enfrenta con estrategia, capacidad y resultados. México merece vivir en paz.”
Michoacán se ha convertido en uno de los puntos más peligrosos en materia de violencia política. Solo en junio pasado, fue asesinado el alcalde de Tacámbaro, Salvador Bastida. Antes, el 3 de junio de 2024, fue ejecutada Yolanda Sánchez Figueroa, presidenta municipal de Cotija. Además, en esa entidad han sido asesinados Guillermo Torres Rojas, alcalde de Churumuco (30 de marzo de 2024); Enrique Velázquez Orozco, de Contepec (5 de febrero de 2022); y César Arturo Valencia Caballero, de Aguililla (marzo de 2022).
El PRI resaltó que el caso de Tepalcatepec no es aislado. En menos de un año del nuevo gobierno federal, han sido asesinados otros alcaldes en diferentes estados, como Alejandro Arcos en Chilpancingo, Guerrero; Jesús Franco Lárraga en Tancanhuitz, San Luis Potosí; Mario Hernández García en Santiago Amoltepec, Oaxaca; Isaías Rojas Ramírez en Metlatónoc, Guerrero; y Lilia Gema García Soto en San Mateo Piñas, Oaxaca.
El partido exigió a las autoridades federales y estatales actuar con firmeza para detener esta espiral de violencia que pone en riesgo la gobernabilidad en varias regiones del país, especialmente en aquellas con fuerte presencia del crimen organizado.
Finalmente, el PRI concluyó que “en Michoacán, como en todo México, los homicidios no paran y la violencia continúa avanzando.”