La amenaza de Estados Unidos de imponer un arancel del 30% a las importaciones mexicanas no tendría un impacto significativo sobre el comercio bilateral, gracias a las protecciones que ofrece el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Según un análisis de UBS, aunque el presidente estadounidense Donald Trump anunció dicha medida, los productos que cumplen con las reglas de origen del acuerdo quedarán exentos, lo que reducirá el impacto en la economía mexicana.
El informe destaca que aproximadamente el 90% de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos cumplen con el T-MEC o están respaldadas por acuerdos sectoriales, como el de automóviles y autopartes. Por ello, la medida arancelaria estaría limitada a un grupo reducido de bienes.
"Aunque la noticia generó preocupación, las exenciones relacionadas con el T-MEC sugieren que el riesgo de un conflicto comercial mayor es bajo", indicaron Alejo Czerwonko, director de inversiones en mercados emergentes en UBS, y Gabriela Soni, jefa de estrategia en UBS México.
La propuesta arancelaria forma parte de una estrategia más amplia del gobierno estadounidense, centrada en la migración, el combate al narcotráfico y el comercio bilateral. Trump reconoció avances en la seguridad fronteriza, pero reiteró la necesidad de fortalecer los esfuerzos contra cárteles y drogas sintéticas, como el fentanilo.
En México, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció la creación de grupos de trabajo binacionales permanentes para negociar y salvaguardar el acceso preferencial al mercado estadounidense, con el objetivo de proteger a las empresas y mantener la generación de empleo.
Pese a la tensión, UBS considera que ambos gobiernos tienen incentivos para seguir colaborando y evitar una escalada en los conflictos comerciales. La próxima revisión del T-MEC será crucial, y se espera que el acuerdo permanezca vigente incluso si hay mayores exigencias de Estados Unidos en temas como normas laborales, política energética, transbordo y cooperación en seguridad.
No obstante, alertan que durante este proceso el peso mexicano y la bolsa podrían experimentar volatilidad, aunque el marco del T-MEC ofrecería un carácter resiliente a largo plazo.
"El peso mexicano y las acciones locales podrían tener episodios de volatilidad a corto plazo, pero en general deberían mantenerse fuertes debido a las limitadas amenazas arancelarias y los incentivos para la cooperación continua", concluyeron los analistas del banco.
