Las jardineras del puente peatonal que cruza Isidro Fabela y Diego Rivera en Toluca se presentan en un estado deteriorado, con el pasto seco y cubierto de bolsas de basura, empaques de alimentos y botellas de bebidas. Este espacio emite un olor fétido, resultado de la acumulación de desechos en descomposición que llevan meses allí, debido a la falta de mantenimiento.
Los residuos han cubierto incluso los espacios bajo los escalones, donde vasos de unicel, plástico y otros restos se esconden de la vista, generando un entorno insalubre. La basura incluye pañales usados, papeles sucios, envases de yogurt, botanas, paletas de hielo y botellas con bebidas alcohólicas, muchos de los cuales han perdido su color original y están cubiertos por capas adicionales de basura.
Este cruce peatonal es frecuentado por estudiantes de preparatoria y secundaria, como los que asisten a la Preparatoria Número 3 de la UAEMex y al ISES, así como por vecinos de colonias cercanas como La Maquinita y La Mora, además de trabajadores de empresas de la zona.
La acumulación evidencia la falta de conciencia ciudadana para mantener espacios públicos limpios, lo que además representa un riesgo ambiental al generar focos de infección, atraer fauna nociva y contribuir al deterioro del entorno.
Un vecino que cruzaba el puente expresó su preocupación: “El llamado es que dejen de tirar basura en las calles. Que demostremos que podemos ser buenos ciudadanos, porque a veces nos quejamos y no vemos que nosotros lo ocasionamos”.
En Toluca, la limpieza de los puentes peatonales corresponde a la Dirección General de Servicios Públicos, que realiza barrido manual, recolección de residuos y, en ocasiones, rehabilitación y pintura. Sin embargo, cuando estas estructuras se sitúan sobre carreteras estatales, como en este caso, su conservación es responsabilidad del Gobierno del Estado de México, a través de la Junta Local de Caminos.