¿Te imaginas caminar por un paraje y tropezarte con dos cuerpos en avanzado estado de descomposición? Eso ocurrió en Villa Guerrero, Estado de México, y lo que se descubrió ese día aún mantiene en tensión a toda la comunidad.
El 29 de noviembre de 2025, habitantes de la zona hicieron un hallazgo que podría ser solo la punta del iceberg de una alarmante ola de violencia en la región. En el paraje Paso Hondo, en la comunidad de Potrero Nuevo, los cuerpos de un hombre y una mujer yacían entre la maleza, con signos evidentes de violencia y en estado de descomposición avanzada.
Las autoridades municipales, alertadas por un reporte ciudadano, llegaron rápidamente al lugar con paramédicos de Protección Civil. Sin embargo, la tragedia ya estaba consumada. La víctima masculina vestía pantalón de mezclilla azul, botas cafés y una sudadera gris. Por el estado de la mujer, no fue posible precisar su vestimenta.
Dado lo delicado del hallazgo, la policía estatal y local aseguraron la zona para recolectar evidencias. Después, el Ministerio Público y los peritos forenses iniciaron las tareas para levantar los cuerpos y obtener pruebas que puedan esclarecer las causas y responsables.
Este doble homicidio se suma a una serie de hechos violentos en Villa Guerrero, donde la inseguridad ha crecido en los últimos años. De hecho, en 2024, el Estado de México registró una tasa de 9.3 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, según datos del SESNSP. La región sur, en particular, enfrenta un aumento en la incidencia delictiva, impulsada por disputas entre grupos criminales y otros factores.
¿Será este solo un accidente o el reflejo de un problema mayor que requiere atención urgente? La investigación sigue en curso, pero estos hechos dejan una inquietante pregunta: ¿Qué otras historias de violencia están ocultas en los rincones de Villa Guerrero y el Estado de México?
