¿Alguna vez te preguntas qué secretos esconden los hallazgos macabros en lugares aparentemente cotidianos? El pasado domingo en Córdoba, un hecho inquietante sacudió a la comunidad: un perro llevó a su dueña una bolsa con restos humanos, desatando una serie de hipótesis que aún mantienen en suspenso a todos.
Todo comenzó en el barrio General Urquiza, en una vivienda ubicada en la calle Andalucía al 3100. Giuliana, la propietaria del perro, notó algo extraño cuando su animal —que suele regresar con huesos de la calle— vino this vez con algo de tamaño y evidente diferencia. La mujer relata: “Lo embolsamos y nos empezó a inquietar porque era algo diferente: tenía carne y hueso por dentro, nada que ver con los huesos que trae habitualmente”. Alarmada, llamó a la policía, quien acudió rápida y diligentemente.
Al revisar la bolsa, los oficiales y personal forense detectaron que las partes parecían humanas, específicamente fragmentos de una pierna y un muslo. Los restos fueron trasladados a un laboratorio para su análisis, en un intento por identificar si pertenecen a una mujer —esto todavía no ha sido confirmado oficialmente— y encontrar alguna pista que revele quién es la víctima o su origen.
Los primeros análisis sugieren que los fragmentos provienen del mismo cuerpo, y los peritos estudian detalladamente un tatuaje encontrado en uno de los restos, como posible elemento identificatorio. Sin embargo, la mayor complicación radica en la falta de denuncias por desapariciones recientes en la zona. Según fuentes del caso, nadie ha reportado la desaparición de una persona que coincida con las características de los restos, lo que lleva a pensar que podría tratarse de una víctima cuyo paradero no fue reportado.
¿Podría tratarse de un caso de discriminación o de familiares que, por cansancio, dejaron de denunciar las ausencias de sus seres queridos? “Hemos tenido casos donde, al ser mayores de edad, las desapariciones no son denunciadas por los familiares, y eso complica mucho la investigación”, explica una fuente cercana.
Por otro lado, las condiciones del entorno donde se hallaron los restos añaden más enigmas. La zona, cercana a un canal y a descampados, ha sido denunciada por vecinos como un lugar inseguro y utilizado para arrojar basura continuamente. Giuliana expresa su preocupación: “El lugar es peligroso, es un canal lleno de basura y siempre hay gente abajo. Es un riesgo en muchos sentidos”.
El fiscal a cargo ordenó la custodia policial en el domicilio donde se encontró la bolsa y mantiene en marcha operativos de búsqueda en la zona durante el día. También, se llevan a cabo análisis exhaustivos en laboratorios forenses, mientras el expediente permanece en secreto de sumario. Hasta ahora, no hay avances concretos en la identificación de la víctima ni en las posibles vinculaciones con responsables del hecho.
La investigación sigue en curso. La incógnita sobre el origen de los restos, quién fue la víctima y qué ocurrió exactamente en ese sector de Córdoba, aún no tiene respuestas definitivas. Se esperan nuevas diligencias y hallazgos en las próximas horas, ¿qué secretos se desvelarán en esta historia que todavía guarda más preguntas que respuestas?
