¿Alguna vez te has preguntado qué sucede cuando un robo en un supermercado termina con una captura inesperada? El 29 de noviembre de 2025, en Metepec, Estado de México, esa pregunta cobró sentido cuando las autoridades revelaron cómo lograron detener a un hombre llamado Mario ‘N’ en el Walmart Pilares, ubicado sobre Paseo Tollocan.
Todo empezó con una llamada de emergencia. Policía municipal y personal de seguridad del Walmart acudieron al lugar, donde un grupo de guardias ya mantenía retenido a Mario ‘N’, presunto autor del robo. ¿Cómo lo identificaron? Gracias a las cámaras de seguridad del establecimiento, que permitieron reconocerlo rápidamente. Pero la historia no terminó ahí.
Al momento de la intervención, Mario ‘N’ no se resistió sin dar pelea. De hecho, empezó a agredir a los guardias de seguridad, quienes, en defensa propia y siguiendo los protocolos, usaron la fuerza para inmovilizarlo. Finalmente, lo entregaron a las autoridades municipales para su traslado al Ministerio Público.
Pero no iba solo. Lo acompañaba una menor, identificada como Tinkerbell Kesia ‘N’. El personal de la Unidad de Equidad de Género acudió rápidamente al lugar para verificar la situación de la adolescente. Después de constatar que no había responsabilidad penal, decidieron entregarla a su madre, siguiendo los protocolos de protección.
Este caso refleja una realidad alarmante en el Estado de México. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2024 se abrieron más de 18 mil carpetas de investigación por robos en comercios en toda la entidad. La zona metropolitana del Valle de Toluca, donde ocurrió este incidente, se destaca por su alta incidencia de delitos en plazas y supermercados.
¿Será que estos datos cambian la forma en que percibimos la seguridad y protección en nuestras comunidades? Lo que sucedió en Metepec nos invita a reflexionar sobre la importancia de la vigilancia y la respuesta rápida ante hechos delictivos.
