Desde su discurso inaugural como presidenta el 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum estableció con claridad sus prioridades: impulsar una reforma constitucional que modifique el sistema electoral, abordando temas como la revocación de mandato, el fortalecimiento de la democracia participativa y la reducción del costo de las elecciones.
Tras nueve meses en el cargo, la mandataria ha reiterado su compromiso con una iniciativa que pretende ajustar diversos aspectos del sistema electoral mexicano. En sus conferencias matutinas, ha detallado algunos de los temas que considera prioritarios en esta propuesta.
Sheinbaum ha mencionado que además de disminuir el gasto en procesos electorales mediante recortes presupuestales al Instituto Nacional Electoral (INE) y reducir el financiamiento a los partidos políticos, busca eliminar las diputado y senadurías plurinominales, esas que se asignan en función de una fórmula de representación proporcional.
Durante la semana, la presidenta recordó que la reforma electoral forma parte de sus compromisos, y explicó que las plurinominales podrían ser sustituidas por mecanismos similares a los que ya existen en la Ciudad de México y en el propio Senado, donde las minorías parlamentarias son representadas por candidatos que quedaron en segundo lugar.
“¿Qué virtud tiene esto? que todos van a territorio a presentar sus propuestas a la ciudadanía y a hacer campaña”, afirmó Sheinbaum.
Hasta ahora, las propuestas públicas de la mandataria incluyen la eliminación de las plurinominales, la reducción del financiamiento a partidos políticos y el ajuste en el presupuesto del INE, buscando sin embargo mantener la transparencia, legalidad y legitimidad del proceso electoral, así como asegurar la autonomía del organismo electoral.
Por otro lado, una reforma electoral previa presentada en septiembre por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, que ya ha sido descartada, proponía cambios como transformar al INE en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, centralizar la organización de las elecciones en el Estado, limitar recursos para candidaturas independientes, permitir el financiamiento privado a partidos políticos, difundir propaganda gubernamental durante campañas, reducir el número de consejeros electorales y que estos fueran electos por voto popular, eliminar órganos electorales estatales y también las diputaciones y senadurías plurinominales.
Con estos esfuerzos, Claudia Sheinbaum busca construir un sistema electoral que promueva mayor participación ciudadana, transparencia y equidad, ajustándose a las necesidades y expectativas de la democracia mexicana.