¿Alguna vez has sentido que la búsqueda de una persona desaparecida es como encontrar una aguja en un pajar? Esa es exactamente la misión que enfrentan las autoridades en Naucalpan, Estado de México, tras la desaparición de Kimberly Hilari Moya.
Desde temprano, la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México (COBUPEM) movilizó un amplio operativo para localizarla, una joven cuyos familiares, amigos y toda la comunidad están desesperados por recibir buenas noticias.
Especialistas y policías se desplegaron en zonas estratégicas del municipio: vialidades, áreas de vegetación, caminos secundarios y lugares de difícil acceso. La acción no fue improvisada; se realizaron análisis en el campo, entrevistas con posibles testigos y uso de tecnología avanzada para trazar rutas, horarios y detectar posibles desplazamientos de Kimberly.
Este despliegue se coordinó a la perfección entre autoridades nacionales, estatales y municipales, con el objetivo de ampliar la búsqueda y responder a la urgencia que representa cada hora sin noticias.
Las unidades de búsqueda inspeccionaron desde áreas abiertas y barrancas hasta zonas semirrurales, exhaustivamente, cubriendo diferentes sectores de Naucalpan, todo con la clara intención de aumentar las probabilidades de localizarla.
La Policía Estatal brindó apoyo en logística, reforzó la seguridad perimetral y garantizó que el acceso a las zonas críticas fuera móvil y seguro. La cooperación entre las distintas instituciones fue clave para que la información fluyera en tiempo real y se ajustaran los esfuerzos según los datos que iban llegando.
Aunque el operativo continúa activo, las autoridades advirtieron que pronto podrían ampliarse los recorridos y explorarse nuevos puntos prioritarios basados en los hallazgos del día. La meta común: encontrar a Kimberly cuanto antes y devolverla a casa sana y salva.
Por eso, llaman a la población de Naucalpan y zonas cercanas a colaborar, compartiendo cualquier dato que pueda parecer insignificante. La participación ciudadana ha sido y será crucial en esta misión.
Recordaron que los canales de comunicación de COBUPEM están abiertos para recibir reportes y brindar apoyo a las familias. La misión no termina aquí: las autoridades continuarán reforzando el operativo en busca de respuestas y, sobre todo, de Kimberly.
Este esfuerzo refleja el compromiso de las autoridades mexiquenses de actuar con prontitud, profesionalismo y humanidad ante casos que llenan de angustia a una comunidad entera. ¿Lograrán dar con ella pronto? Solo el tiempo, y la colaboración de todos, lo dirá.