La startup estadounidense Radia está desarrollando el avión de carga más grande del planeta, llamado Windrunner, cuya envergadura superará la de una cancha de fútbol. Este proyecto busca facilitar el transporte de palas de turbinas eólicas de más de 100 metros a ubicaciones remotas.
El Windrunner contará con un volumen de carga 12 veces mayor al de un Boeing 747, considerado uno de los aviones de mayor tamaño en la historia. Además, está diseñado para aterrizar en pistas sin pavimentar y en pistas semiparadas de solo 1,800 metros, una capacidad que, según Radia, ningún otro avión comercial grande posee.
Este desarrollo tiene como objetivo ampliar significativamente el alcance de industrias como la energía eólica terrestre, permitiendo el traslado de turbinas eólicas sobredimensionadas que no podrían transportarse por tierra.
Aunque su uso principal será para la industria de la energía eólica, el Windrunner también cuenta con una tecnología multifuncional que puede aplicarse en sectores como la defensa, aeroespacial y en cargas de gran tamaño.
Radia, compuesta por expertos en los sectores aeroespacial y energético, busca transformar la logística de cargas extremadamente grandes y pesadas. La compañía está dirigida por Mark Lundstrom, ingeniero aeroespacial del MIT y empresario en serie, quien ha cofundado varias empresas para llevar innovaciones aeroespaciales a otros ámbitos como la biotecnología, telecomunicaciones y ciencia de materiales.
El objetivo central del proyecto es expandir radicalmente la escala y alcance de la energía eólica terrestre y otras industrias de carga a gran escala, fortaleciendo su impacto en diferentes sectores económicos y tecnológicos.