El ballet clásico ‘El Lago de los Cisnes’ regresa al escenario del Auditorio Nacional, con la expectativa de reunir a unos 20 mil espectadores en dos funciones programadas para el sábado 11 de octubre, a las 12:30 y 19:00 horas. La puesta en escena, dirigida escénicamente por Gavriel Heine, será interpretada por la Compañía Nacional de Danza (CND), integrada por 70 bailarines y con música original de Piotr Ilich Chaikovski.
Durante una conferencia de prensa, las bailarinas Ana Elisa Mena y Greta Elizondo, que encarnan a ‘Odette’ y ‘Odile’, respectivamente, junto con los bailarines Alejandro Hidalgo y Argenis Montalvo, quienes dan vida al príncipe ‘Sigfrido’, compartieron detalles sobre la reapertura del clásico. Ana Elisa Mena destacó que interpretar a ‘Odette’ en su versión cisne blanco y a ‘Odile’ en su versión cisne negro representa un gran desafío emocional y técnico, especialmente en un escenario tan amplio y frío como el del Auditorio Nacional, a diferencia del más íntimo Palacio de Bellas Artes.
Por su parte, Greta Elizondo subrayó que la magnitud del escenario genera un reto adicional, pues exige precisión en cada movimiento para reflejar la gracia y elegancia de los cisnes. Ambos manifestaron que, aunque reconocen las diferencias respecto a escenarios más pequeños, están comprometidos a ofrecer una actuación impecable.
A propósito del aniversario 150 del estreno en Rusia, con coreografía original de Julius Reisinger, la CND presentará una versión adaptada de la obra, en la que se han añadido fragmentos a la trama original. Argenis Montalvo explicó que, en el pasado, al presentarse en escenarios al aire libre como el Bosque de Chapultepec, fue necesario reducir algunos fragmentos por el clima, pero ahora se ofrecerá una visión más completa y estilizada.
Greta Elizondo también aprovechó para dar consejo a los jóvenes talentos que integran la compañía, resaltando la importancia de la dedicación, el ensayo constante y la gestión emocional. En especial, recomendó aprender a controlar el miedo y ser resiliente, cualidades esenciales para enfrentarse a escenarios de alta magnitud como el Auditorio Nacional, donde se puede presentar ante más de 10 mil espectadores.