Renuncia inesperada del comandante militar de EE. UU. en Centro y Sudamérica en medio de aumento de operaciones en el Caribe

Por: Equipo de Redacción | 17/10/2025 06:00

Renuncia inesperada del comandante militar de EE. UU. en Centro y Sudamérica en medio de aumento de operaciones en el Caribe

El almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos que supervisa operaciones en Centro y Sudamérica, anunció su renuncia a menos de un año de asumir el cargo, en medio de una escalada de ataques militares en el Caribe dirigidos contra supuestos barcos de narcotraficantes. Holsey, quien tomó el puesto en noviembre de 2022, dejó el cargo en un momento en que el Pentágono ha desplegado aproximadamente 10,000 efectivos adicionales en la región en una misión centrada en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.

El motivo de su renuncia aún no se ha aclarado públicamente. Sin embargo, fuentes anónimas consultadas por medios estadounidenses sugieren que Holsey habría expresado inquietudes respecto a las operaciones militares en marcha y los ataques relacionados con la lucha antidrogas. En un comunicado oficial, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, expresó su agradecimiento por los años de servicio de Holsey, quien planea retirarse a finales de año, pero no hizo referencia a ninguna controversia o conflicto con el comandante.

Holsey, que es de ascendencia afroamericana, se convirtió en el último de una serie de altos mandos militares, en su mayoría personas de color y mujeres, en abandonar sus cargos este año, muchos de ellos despedidos por Hegseth o removidos de sus puestos.

Este movimiento se produce en un contexto de tensiones crecientes con Venezuela, donde Estados Unidos ha intensificado las acciones militares, incluyendo ataques por parte de fuerzas de Operaciones Especiales que han provocado la muerte de 27 personas en los últimos meses, según información oficial. Estas operaciones, justificadas por la Casa Blanca como medidas contra el narcotráfico, también estarían vinculadas a una estrategia para desalojar al gobierno de Nicolás Maduro.

Expertos en leyes de uso de la fuerza han cuestionado la legalidad de estas acciones, señalando que el Congreso no ha autorizado enfrentamientos armados en esa región, y que para considerarse un conflicto armado, un grupo no estatal debe tener una estructura de mando organizada y participar en hostilidades.

La salida de Holsey continúa con una tendencia de rotación en altos mandos militares, en un año marcado por despidos y cambios en la cúpula del Ejército y la Marina, incluyendo la salida del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Charles Brown Jr., y de la primera mujer al mando de la Armada, la almirante Lisa Franchetti.

Recientemente, el secretario de Defensa convocó a una reunión inédita con oficiales militares de todo el mundo en la base Quantico, en Virginia, donde anunció endurecimiento en las normas de aptitud física y liderazgo, además de una postura más rígida contra lo que denomina 'liderazgo tóxico' y el activismo social en las Fuerzas Armadas.

Mientras tanto, la noticia de la renuncia de Holsey surgió un día después de que The New York Times revelara que el gobierno de Trump había autorizado en secreto acciones encubiertas por parte de la CIA en Venezuela, incluyendo posibles operaciones de ataque en territorio venezolano, una decisión que ha sido criticada por diversos sectores políticos y expertos legales, quienes consideran estas acciones como peligrosas e ilegales.

El despliegue militar estadounidense en el Caribe es sustancial, con la presencia de aproximadamente 10,000 soldados, ocho buques de guerra y un submarino, concentrados principalmente en bases de Puerto Rico y en operaciones navales frente a la costa venezolana. La renuncia de Holsey marca un giro en la política militar regional, en un contexto de crecientes tensiones internacionales y estrategia de intervención.