Repartidores en Toluca enfrentan peligros y precarias condiciones durante la temporada de lluvias

Por: Equipo de Redacción | 29/06/2025 05:30

Repartidores en Toluca enfrentan peligros y precarias condiciones durante la temporada de lluvias

Mientras la mayoría de las personas busca refugio al comenzar a llover, los repartidores de comida por aplicación en motocicleta salen a buscar pedidos, poniendo en riesgo su vida en condiciones adversas.

El Sol de Toluca dialogó con varios repartidores que coinciden en que la temporada de lluvias aumenta los peligros en un trabajo ya marcado por la inseguridad, bajos ingresos y malas condiciones en las calles.

‘Ahorita está el sol y ya nos solicitan el pedido; de repente comienza a llover y la tarifa no aumenta, así se queda, y mientras tanto, nos mojamos’, afirmó Jair, repartidor con tres años de experiencia.

Toluca posee un clima cambiante; las lluvias repentinas sorprenden a los motociclistas en movimiento, y las plataformas de reparto no ajustan automáticamente las tarifas ante condiciones climatológicas adversas.

Además de estar empapados, deben sortear inundaciones, derrames de aceite y baches cubiertos por agua. ‘En esta época, con tanta lluvia, varios podemos derraparnos por todo lo que queda en la carretera’, compartió Jair.

Las precipitaciones también agravan las deficiencias en la infraestructura urbana; caminos enlodados, coladeras obstruidas, rocas por deslaves y baches invisibles son un constante desafío.

‘Las motos a veces no atraviesan caminos con tierra y lodo, aunque uno intente, no se puede’, indicó Esteban, con cuatro años en el oficio.

El contacto frecuente con la lluvia los expone a enfermedades respiratorias, y aunque trabajan casi a diario, no cuentan con acceso a servicios médicos o incapacidades completas.

‘Podemos afiliarnos al seguro por fuera, pero el que nos ofrecen las plataformas solo cubre accidentes mayores como choques’, explicó Jair.

La inseguridad no distingue clima ni horario. Muchos han sido víctimas de asaltos, les robaron motos o los alimentos que transportaban.

‘Sí puede pasar que nos quiten la moto y hasta lo que llevamos para entregar’, relató Esteban.

Pese a estos riesgos, algunos encuentran motivación en el aumento temporal de tarifas. Durante las lluvias, las ganancias pueden triplicarse, de $20 a $60 por entrega.

No obstante, los ingresos aún son variables y en muchos casos solo representan un ingreso adicional para los hogares. ‘A veces las personas pagan más por la entrega que por lo que compran’, comentó Jair.

Sumado a las condiciones climáticas y laborales, enfrentan usuarios exigentes o que cancelan pedidos y reportan injustamente.

‘Me ha pasado que me reportan y no quieren la comida. Es frustrante, pero si me peleo, yo salgo perdiendo’, relató Esteban.

Ambos coinciden en que, aunque aceptan las condiciones, esperan un acto de empatía. ‘Mientras ellos están en casa calientitos, nosotros estamos en la lluvia y el aire; ojalá valoraran eso y al menos nos dieran las gracias’, concluyó Jair.