Los adultos mayores afiliados al IMSS pueden solicitar su pensión si cumplen ciertos requisitos, dependiendo de la Ley del Seguro Social vigente en su caso: 1973 o 1997.
Para la Ley de 1973, los requisitos incluyen haber cumplido los 60 años, reunir al menos 500 semanas de cotización y tener un cumplimiento de edad y semanas cotizadas según las reglas establecidas.
Para la Ley de 1997, es necesario también tener al menos 60 años y un mínimo de 750 semanas cotizadas, además de cumplir con otros requisitos específicos.
Si el solicitante no alcanza las mil semanas a los 60 años, puede optar por retirar el saldo de su cuenta en una sola exhibición o seguir cotizando hasta cumplir las semanas requeridas. Quien continúe laboral, con al menos 750 semanas cotizadas, tiene derecho a prestaciones del Seguro de enfermedades y maternidad.
Los documentos necesarios incluyen identificación oficial, CURP, acta de nacimiento, constancia de semanas cotizadas y otros que el IMSS indique.
Los inscritos antes del 1 de julio de 1997 pueden elegir entre aplicar la ley vigente hasta esa fecha o la posterior. Los que empezaron a cotizar después de esa fecha, solo tienen opción bajo la ley actual.