En un contexto marcado por tensiones comerciales, protestas en ciudades estadounidenses y acusaciones relacionadas con el crimen organizado, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tiene prevista una reunión con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. La reunión bilateral tendrá lugar durante la Cumbre del G7 en Canadá y apunta a abordar principalmente temas migratorios, después de que la misma Sheinbaum afirmara que defenderá con dignidad a los mexicanos.
Sheinbaum llega con datos favorables, ya que durante lo que va del año, el flujo de migrantes indocumentados y de fentanilo hacia Estados Unidos ha disminuido en un 80% y 27%, respectivamente, en comparación con 2024, datos que la administración de Trump considera prioritarios.
Sin embargo, la expectativa crece ante el histórico precedente de Trump, conocido por sus comentarios despectivos dirigidos a líderes mujeres, incluyendo a Angela Merkel, Kamala Harris, Nancy Pelosi y Greta Thunberg. La forma en que Trump se dirigirá a Sheinbaum y cómo ella enfrentará posibles polémicas, genera interés entre analistas y medios.
Hasta ahora, se han realizado 17 reuniones bilaterales en los últimos años entre presidentes de México y Estados Unidos, incluyendo varias de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y la actual mandataria. La próxima sería la 18.
La cumbre cobra mayor relevancia en un momento de controversias, como las acusaciones del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, que señaló a Sheinbaum de fomentar manifestaciones violentas de migrantes en Los Ángeles, y el operativo misterioso para llevar a Estados Unidos a Ismael “El Mayo” Zambada, sin coordinación con México.
Estas negociaciones también coinciden con la preparación para la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, revisiones del tratado comercial TMEC para 2026, y conversaciones sobre las cuotas de agua de dos ríos fronterizos, en un escenario de alta tensión y prioridades bilaterales en política, seguridad y economía.