La separación entre Aida Victoria Merlano y Juan David Tejada, conocido en redes sociales como 'el agropecuario', volvió a generar interés tras las declaraciones del creador de contenido Valentino Lázaro en el programa Tamo en vivo. Lázaro afirmó haber tenido acceso a una conversación clave entre la barranquillera y su ex pareja, que arroja luz sobre el origen del conflicto en relación con la custodia de su hijo Emiliano.
Previo a esto, las versiones públicas señalaban obstáculos por parte de Merlano para que Tejada pudiera ver a su hijo. Sin embargo, la evidencia revelada por Lázaro revela una realidad diferente. Durante el programa, el influencer relató que cuestionó a Merlano acerca de las acusaciones de Tejada respecto a supuestas restricciones para el contacto con Emiliano.
Según su relato, Merlano mostró una llamada reciente en la que le preguntó directamente a Tejada si alguna vez le había impedido ver al niño. La respuesta de este, compartida en la grabación, fue negativa: 'No, nunca me has impedido verlo'. La conversación demuestra que las dificultades en la comunicación no estaban relacionadas con una negativa expresa de acceso.
Lázaro explicó que Merlano mantuvo un tono confrontacional, reiterando: '¿Te he dicho que no puedes ver el niño?', a lo que Tejada volvió a negar. Esto significa que la problemática radica en aspectos cotidianos y no en una censura deliberada.
Por su parte, Tejada, en entrevistas previas, había mencionado insatisfacción por "demoras" en las respuestas de Merlano o de quienes cuidaban de Emiliano. La grabación en cuestión confirma que esas 'demoras', como un retraso de una hora para responder, eran interpretadas por Merlano como parte de las responsabilidades diarias.
Asimismo, Dedimar, panelista en Dímelo King, aportó una perspectiva sobre la importancia de la corresponsabilidad parental. Indicó que, en casos donde hay demora en las respuestas, lo responsable es esperar y entender las obligaciones del cuidado del menor.
El caso pone en evidencia la complejidad en la comunicación en familias enfrentadas a una separación mediática. Merlano mantiene que no existieron impedimentos formales para que Tejada viera a Emiliano, atribuyendo las supuestas dificultades a interrupciones normales en la dinámica diaria.
Estas nuevas evidencias generan un giro en las narrativas previas, destacando la relevancia de las comunicaciones directas en la resolución de disputas en contextos de separación pública. La controversia continúa siendo tema de atención pública, pero ahora, con elementos que invitan a una reflexión más profunda sobre la realidad de la relación entre ambos.
