El río Lerma, en el municipio de San Mateo Atenco, alcanza ya el 90% de su capacidad, lo que genera un alto riesgo de desbordamiento, advirtieron las autoridades locales. Este aumento se atribuye a las recientes lluvias, combinadas con un taponamiento de lodo y basura que obstaculiza el flujo normal del agua. Diego Porcayo, director del Campo en la localidad, informó que 'estamos al 90% de capacidad y apenas inicia la temporada de lluvias, que también trae huracanes, y ya nos está afectando'. El pasado viernes, personal municipal detectó un tapón de lodo y residuos en el lado poniente del puente antiguo de Lerma, dentro de San Mateo Atenco, formando un remanso hidráulico que impide el paso del agua. Equipados con una lancha y una excavadora de brazo largo, trabajan en tareas de desazolve para liberar el cauce, con la expectativa de retirar los residuos en los próximos días y prevenir una tragedia. Durante un recorrido por la zona de Las Cruces, en el límite entre San Mateo Atenco y Metepec, se constató que el río ha invadido áreas bajas y vulnerables, con un tramo del paso peatonal anegado desde junio y un nivel de agua que llega a estar a 10 metros antes de alcanzar la autopista Lerma-Xonacatlán. Aunque en 2024 las lluvias no provocaron desbordamientos, los vecinos expresan preocupación ante la posibilidad de futuras tormentas. Porcayo explicó que las madrugadas registran picos en el nivel del río, debido al ingreso de aguas de los ríos San Juan y Acalotli, originadas en el Valle de Tenancingo. Afortunadamente, la corriente hacia la Ciénega de Lerma mantiene controlado el situación, evitando que el canal principal rebose en zonas habitadas. Para mitigar riesgos, la próxima semana la Dirección del Campo iniciará la colocación de costales en puntos críticos del río, en una medida que será activada si las lluvias persisten. Esta acción cuenta con el monitoreo constante de vecinos, quienes alertan sobre cualquier incidente en tiempo real. Las precipitaciones también han afectado cultivos de haba en 40 hectáreas cercanas al río, que permanecen inundadas desde principios de junio, dejando sin ingreso a varias familias. Don Luciano Jardón Castillo, productor local, señaló que solicitó apoyo en la Secretaría del Campo sin obtener respuesta, y que la producción agrícola de este año se perdió completamente desde mayo, a diferencia de 2023 cuando las afectaciones ocurrieron al final de la temporada. Porcayo informó que se evalúa la posibilidad de que los agricultores accedan a un seguro agrícola estatal para recuperar parte de su inversión, ante la magnitud de las pérdidas causadas por las lluvias.