
Rodrigo Paz aseguró este domingo que, de ser electo presidente de Bolivia, impulsará un gobierno basado en el consenso, con el objetivo de encontrar soluciones a la profunda crisis económica que enfrenta el país. El economista de 58 años, hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora, compite en el balotaje contra el ex mandatario Jorge Quiroga, tras haber superado la primera vuelta electoral.
El ganador asumirá la presidencia el 8 de noviembre, poniendo fin a 20 años de mandato del Movimiento al Socialismo, iniciado por Evo Morales. Paz indicó desde un centro de votación en Tarija, junto a su padre de 86 años, que "si el pueblo me da la oportunidad, mi objetivo será consensuar, acordar y sacar adelante al país".
En caso de no ser favorecido, dijo que ofrecerá su respaldo a su adversario en la segunda vuelta. "Entre todos debemos ayudar a gobernar. Sea yo o sea otro candidato, hay que apoyar a Bolivia para salir adelante".
Ante medios de comunicación, urgió a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto en esta segunda ronda electoral, que determinará al nuevo presidente y vicepresidente. "El mensaje para los bolivianos es: votar, votar y votar. Es un momento de cambio y renovación; Bolivia Cierra 200 años de un ciclo y comienza uno nuevo", expresó Paz.
Junto a su contendiente, Edman Lara, Paz compite contra el binomio de la Alianza Libre, integrado por Jorge Tuto Quiroga y Juan Pablo Velasco, en una campaña que estuvo marcada por fuertes acusaciones entre los candidatos.
Paz también criticó la dureza de la campaña: "Basta ya de la guerra sucia. Terminó esa etapa muy desagradable. Pero este es un ejercicio de libertad del pueblo para votar y decidir. Luego, todos debemos gobernar en conjunto".
Tras votar en Tarija y viajar a La Paz, Paz participará en la jornada electoral junto a Edman Lara. En los comicios de la primera vuelta, el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) sufrió una derrota electoral, reflejando la peor crisis económica en cuatro décadas para Bolivia, que tiene 11.3 millones de habitantes.
En esta segunda vuelta, la oposición ha dado un giro hacia la gobernabilidad, con la bancada del Partido Demócrata Cristiano, liderada por Paz, convirtiéndose en la más numerosa con 49 escaños en la nueva Asamblea Legislativa, reforzando una transición histórica para un país que busca unidad y soluciones conjuntas ante sus desafíos económicos.