¿Alguna vez has pensado en lo peligroso que puede ser cruzar una calle sin precaución? En Tultitlán, esto casi le cuesta la vida a un joven en una tarde que parecía normal. Todo ocurrió frente al templo de la Santa Muerte, en una zona de gran afluencia y también foco de tragedias.
El incidente sucedió en la Vía López Portillo, justo frente al acceso al fraccionamiento Fuentes del Valle. El joven, acompañado por amigos y con la intención de ver un partido de fútbol esa tarde, cruzaba la calle cuando, de repente, fue embestido por un coche Jetta azul. Él y sus amigos estaban atravesando la vía en una forma que, según testigos, fue impredecible y arriesgada.
Lo que hizo esta historia aún más impactante fue cómo ocurrió el accidente. El conductor, Marco Eli “N”, ingresó al carril confinado del sistema del Mexibús, que está destinado solo para ese transporte. En ese momento, el joven intentó cruzar la calle de forma repentina y correr, en lugar de usar el puente peatonal cercano, lo que generó el fatal impacto casi instantáneo. El cuerpo quedó sobre el carril confinado, bloqueando parcialmente el paso del Mexibús y provocando que el servicio se suspendiera durante horas.
Inmediatamente llegaron los servicios de emergencia. Los paramédicos revisaron al joven, pero lamentablemente ya no tenía signos vitales. La policía detuvo al conductor, Marco Eli, y lo entregó al Ministerio Público. Además, enfrentará una multa por ocupar un carril confinado, lo cual está terminantemente prohibido para autos particulares.
Este trágico hecho nos deja una lección clara sobre la importancia de cruzar en los lugares adecuados y respetar los espacios destinados para el transporte público. ¿Qué podemos aprender de esta historia para evitar que algo similar vuelva a suceder? La seguridad siempre debe ser prioridad. La muerte del joven en Tultitlán nos recuerda que un instante de descuido puede tener consecuencias irreparables.
