¿Alguna vez te has preguntado qué hace que una tradición navideña trascienda fronteras y deje huella? En Tepotzotlán, Estado de México, esa respuesta la tienen las pastorelas, un espectáculo que desde 1964 captura corazones y mentes con su magia única.
Estas representaciones teatrales fusionan la historia bíblica con el colorido folclor mexicano, creando una experiencia teatral que se convierte en un ritual imprescindible cada diciembre. El escenario principal es el impresionante Ex Convento Jesuita de Tepotzotlán, ahora Museo Nacional del Virreinato, donde alrededor de 150 actores, músicos y voluntarios dan vida a la travesía de los pastores hacia Belén.
¿Y qué hace que estas pastorelas sean tan especiales? Combina humor característico, crítica social, canto popular y poesía, logrando una puesta en escena fácilmente accesible y profundamente simbólica para toda la familia. Además, el espectáculo se enriquece con banda, mariachi, coros y unos espectaculares juegos pirotécnicos que iluminan el recinto virreinal.
Pero la magia no termina en el escenario. Mientras disfrutas del show, puedes saborear ponche caliente, atole, tamales y buñuelos, transformando las noches frías en un ambiente cálido, acogedor y lleno de espíritu festivo.
¿Sabías que más de 20 mil personas visitan las pastorelas de Tepotzotlán cada año? Este evento se ha consolidado como uno de los festejos culturales navideños más importantes en todo México. Hoteles, restaurantes y comercios de la zona experimentan un aumento en su actividad de hasta 40 por ciento, haciendo de esta tradición una oportunidad que va más allá del arte, convirtiéndose en un motor económico y cultural que une a la comunidad y a los visitantes en una celebración inolvidable.