¿Alguna vez te has preguntado qué pasa cuando una práctica ilegal se vuelve rutina en tu comunidad? En Lomas de San Isidro, en La Paz, eso está sucediendo. Un camión que utilizó las calles del barrio dejó un montón de cascajo, a pesar del rechazo de los vecinos y las consecuencias ambientales que implica.
Una testigo, que prefirió mantenerse en el anonimato, reveló que esto no es la primera vez que pasa. El mismo camión ha abandonado desechos en ese punto en al menos dos ocasiones. Los residentes están alarmados: estos depósitos clandestinos no solo generan acumulación de basura, sino que también atraen plagas y bloquean caminos que ya de por sí son difíciles de transitar, especialmente por su ubicación en zona cerril.
Pero, ¿quién es responsable? Los vecinos denuncian que quienes retiran cascajo de obras o remodelaciones particulares cobran hasta 2,000 pesos y, tras recibir el pago, lo arrojan en terrenos o calles no autorizadas. Esto afecta directamente a los habitantes y representa un riesgo sanitario grave.
Según datos del Instituto de Ecología del Estado de México (IEEM), Los Reyes La Paz, donde se encuentra Lomas de San Isidro, se ubica entre los municipios con mayor proliferación de tiraderos clandestinos. La falta de vigilancia, el crecimiento urbano descontrolado y las construcciones sin supervisión municipal han impulsado este problema.
Por ello, los vecinos exigen que el Ayuntamiento de La Paz intervenga. Quieren que se identifique al responsable, potencialmente mediante cámaras cercanas, y que se apliquen sanciones por daño ambiental, tal como lo establece la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos. La comunidad pregunta: ¿hasta cuándo seguirá esta problemática que pone en riesgo nuestro entorno y salud?
