El apellido Ortega continúa dominando las principales fortunas en España. Según la lista Forbes España 2025, Amancio Ortega, fundador de Inditex, mantiene su liderazgo como la persona más rica del país, con un patrimonio estimado en 109.900 millones de euros. Sin embargo, llama la atención la diferencia en la posición de sus hijas en el ranking de multimillonarios.
Sandra Ortega Mera, la primogénita, se ubica como la segunda persona más rica de España y ocupa el primer puesto entre las mujeres, con un patrimonio de aproximadamente 10.000 millones de euros. Heredera de la participación en Inditex —que su madre, Rosalía Mera, poseía en un 7%—, Sandra ha acumulado su fortuna de manera discreta, sin protagonismo público ni presencia en redes sociales. Desde su holding Rosp Corunna, administra inversiones en el sector inmobiliario, hotelero en Portugal y en farmacéuticas como Pharma Mar. Además, impulsa la labor filantrópica de la Fundación Paideia Galiza, creada por su madre, centrada en programas sociales y culturales.
Por otra parte, Marta Ortega Pérez, hija menor de Amancio Ortega, ha asumido un liderazgo visible en Inditex. Como presidenta no ejecutiva desde 2022, ha impulsado estrategias de sostenibilidad y digitalización, modernizando la imagen del grupo sin alterar la estructura familiar. Aunque su participación en la compañía es menor (0.0014%), su influencia y presencia en los círculos de poder son notables. Posee un valioso patrimonio inmobiliario, un ático en Madrid valorado en diez millones de euros y disfruta de recursos como un yate de 202 millones de euros y un jet privado.
El tercer hijo de Amancio, Marcos Ortega, nacido en 1971, padece parálisis cerebral severa y ha permanecido alejado del foco mediático. Aunque no participa en los negocios familiares, su situación inspiró la creación de la Fundación Paideia Galiza, que trabaja por la inclusión y oportunidades para personas con discapacidad.
La diferencia estratégica y de patrimonio entre las hermanas refleja distintas maneras de relacionarse con el legado familiar: Sandra con un perfil más reservado y filantrópico, Marta con mayor presencia y liderazgo en el conglomerado empresarial que fundó su padre, ambos manteniendo vivo el impacto de la familia Ortega en la economía y la sociedad españolas.
