Tras el terremoto de magnitud 8.8 ocurrido en la península de Kamchatka, en el este de Rusia, se activaron alertas de tsunami en diversos países del Pacífico, incluyendo China, Filipinas y Colombia. Aunque algunas olas llegaron a estas regiones, ninguna superó el metro de altura. En China, el Ministerio de Recursos Naturales levantó la alerta amarilla para Zhejiang y Shanghái, donde también el paso del tifón Co-may provocó la evacuación de 280,000 personas, cierre de parques, suspensión de clases y obras. La temporada de tifones en el país ha sido intensa, con fenómenos como Wipha y Wutip, que han generado lluvias intensas y desplazamientos en el sur del territorio. En Filipinas, las autoridades cancelaron la alerta de tsunami emitida tras el sismo, ya que no se reportaron perturbaciones significativas ni olas peligrosas. Nueve horas después del sismo, las alertas para 22 provincias costeras, incluyendo Manila, fueron levantadas, asegurando que los efectos ya habían disminuido y que no era necesario mantener medidas de precaución. Por otro lado, el Gobierno de Colombia activó una alerta de tsunami en su costa pacífica tras el sismo ruso. La Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD), basándose en reportes de la Autoridad Marítima Colombiana (Dimar), advirtió sobre la posibilidad de fuertes corrientes y olas en regiones como Nariño y Chocó, y mantuvo bajo advertencia preventiva a Cauca y Valle del Cauca. Las estimaciones oficiales indican que la primera ola podría alcanzar la isla de Malpelo a las 10:03 a.m., seguida por impacto en Juradó (Chocó) a las 10:26 y Gorgona a las 10:45. Autoridades han activado alertas en al menos una docena de localidades costeras, incluyendo Bahía Solano, Nuquí, Tumaco, Buenaventura y Bahía Málaga, recomendando a la población estar informada y alejada de zonas de riesgo.
