En la era de la inmediatez, podría parecer que la ortografía ha perdido relevancia; sin embargo, redactar textos coherentes y sin errores sigue siendo fundamental en todos los ámbitos. En el ámbito laboral, una escritura correcta refleja habilidades y conocimientos, además de proyectar una imagen seria y confiable. Por el contrario, los errores ortográficos y de sintaxis pueden dar una impresión de descuido o poca preparación.
Asimismo, la capacidad de redactar bien también revela aspectos de la personalidad y el interés por mantener una comunicación efectiva con los interlocutores. Aunque perfeccionarse en la escritura requiere práctica y un conocimiento profundo de las estructuras del idioma, la lectura es un gran aliado para ampliar el vocabulario y mejorar la ortografía.
En este contexto, la Real Academia Española (RAE) se ha consolidado como la principal autoridad en regulación lingüística en el mundo hispanohablante, estableciendo normas para mantener la unidad del idioma. La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en alianza con la RAE, difunde en su página web consejos útiles para aclarar dudas sobre la correcta escritura de palabras o expresiones.
Uno de los temas de interés es la forma correcta de referirse a la difusión oral de información. La expresión tradicional es 'boca a boca', pero también se pueden usar variantes como 'boca a oreja' y 'boca oreja'. En medios de comunicación y uso corriente, encontramos frases como: «Sanderson atribuye su éxito al boca a boca y a su personalidad metódica» o «El boca a oreja es también el mejor canal de comunicación entre celebridades». Estas expresiones, formadas mediante la repetición del sustantivo 'boca', describen la transmisión oral continua en la que una persona comparte una información con otra.
De acuerdo con el Diccionario panhispánico de dudas, 'boca a boca' es la forma principal y más documentada, pero también son válidas las variantes 'boca a oreja' y 'boca oreja', que conservan la idea de acto comunicativo oral. En el caso de 'boca oreja' sin preposición, debe escribirse en dos palabras, sin guion: «La recomendación se propagó por boca oreja».
Por otro lado, es importante distinguir que 'boca a boca' también hace referencia a la maniobra de reanimación que consiste en insuflar aire a través de la boca de una persona inconsciente: «Mientras trataba de reanimarlo con el boca a boca y el masaje cardiaco, llamó a sus compañeros».
Fundada en Madrid en 1713 por el duodécimo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco, la RAE busca preservar el correcto uso y la unidad del español en constante evolución. Sus estatutos de 1993 apuntan a que su función principal es velar porque la lengua española permanezca unificada y adaptada a las necesidades de sus hablantes.
Este compromiso se refleja en la política lingüística panhispánica, en colaboración con las 22 academias de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951. La institución cuenta actualmente con 46 académicos y mantiene un registro dinámico de cambios, aunque ha enfrentado críticas por su reticencia a aceptar palabras y expresiones nuevas, especialmente las surgidas en las redes sociales, incluido el lenguaje inclusivo.
En 2020, la RAE lanzó el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que recopila términos y expresiones no incluidas en el Diccionario de la Lengua Española, pero que generan dudas sobre su uso, como neologismos, extranjerismos o regionalismos. Aunque la información aún es provisional y puede modificar su estatus con el tiempo, el observatorio aporta una visión actualizada del funcionamiento del idioma en diferentes contextos.