Durante el cierre del 61° Coloquio de IDEA en el Hotel Sheraton de Mar del Plata, los principales dirigentes del sector agroindustrial expresaron su deseo de potenciar la competitividad de Argentina en el mercado mundial. Mariano Bosch, cofundador de Adecoagro, señaló: “Queremos jugar desde la Argentina. Que nos abran los mercados, competir con productores norteamericanos y chinos, y aumentar nuestra eficiencia e innovación”. Mientras tanto, el Gobierno de Javier Milei prepara un acuerdo arancelario con Estados Unidos y el Mercosur avanza en negociaciones con la Unión Europea.
En la conferencia de prensa, Ignacio Lartirigoyen, presidente de Lartirigoyen y Cía, destacó la necesidad de fortalecer la institucionalidad, garantizar seguridad jurídica y tener un marco de negocios previsible para atraer inversión. Lartirigoyen subrayó que la macroeconomía estable y la reducción de costos logísticos, como mejorar rutas y accesos portuarios, son esenciales. Mencionó que la tecnología de bi-trenes podría bajar significativamente los costos sin exigir inversiones mayores.
El empresario también hizo un llamado a modificar reformas impositivas, laborales y previsionales para reducir los costos argentinos y mejorar la competitividad. En ese sentido, consideró fundamental mejorar la conectividad rural, aprovechando avances como la incorporación de Starlink, que facilita una mejor conectividad en zonas alejadas.
Asimismo, enfatizó la importancia de ampliar el número de acuerdos comerciales internacionales, ya que Argentina aún carece de tratados suficientes para competir en igualdad. Destacó que el estancamiento en rendimientos agrícolas, pese a contar con variedades adecuadas, se debe a desafíos en la gestión de suelos, fertilización y propiedad intelectual. También alertó sobre la huella de carbono, resaltando que Argentina tiene una ventaja competitiva en bajos niveles de emisiones en su agricultura, que debería aprovechar mejor.
Marcos Bradley, director regional LATAM de Syngenta, resaltó la innovación en el agro argentino, destacando la rápida adopción de la siembra directa, utilizada en casi el 90% de las superficies, en comparación con países desarrollados. Valoró la colaboración entre instituciones como ACREAyAPRESID y el avance en digitalización, que permite emplear inteligencia artificial para mejorar la toma decisiones en un sector complejo. Bradley destacó que Argentina tiene un potencial exponencial en exportación de alimentos, posicionándose como un actor clave en América Latina.
También comparó los avances de Brasil, que en 1985 producía volúmenes similares a Argentina en granos, hoy produce casi 160 millones de toneladas anuales, gracias a políticas a largo plazo y mejor gestión de la propiedad intelectual. Bradley afirmó que la llegada de Starlink ha dinamizado la economía rural argentina y que el sector está en la vanguardia tecnológica, permitiendo un salto en productividad.
Por su parte, Juan Farinati, CEO de Bayer, enfatizó en los incentivos para la inversión y en la importancia de aumentar superficies cultivadas, específicamente en maíz. Señaló que con las tecnologías y desregulaciones actuales, Argentina podría incrementar en un 20% la superficie dedicada a este cereal y alcanzar récords de rendimiento, proyectando más de 22 millones de toneladas de trigo en la próxima campaña.
En conjunto, las intervenciones coincidieron en la necesidad de impulsar la digitalización, crear un marco favorable mediante incentivos regulatorios y fiscales, y ampliar los acuerdos internacionales para fortalecer la posición del sector agroindustrial argentino en el escenario global. La visión compartida de los principales líderes apunta a transformar desafíos en oportunidades de crecimiento y mayor valor agregado para el país.