El senador por California, Alex Padilla, criticó este jueves la presunta forma en que las autoridades federales manejan la seguridad en Estados Unidos, tras ser empujado y esposado en Los Ángeles cuando intentaba formular una pregunta a la secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, respecto a las redadas migratorias.
"Si así responde esta Administración a un senador que hace una pregunta... imagínense cómo están tratando a los trabajadores del campo, cocineros y jornaleros de Los Ángeles, California y todo el país", señaló Padilla en una conferencia de prensa improvisada después del incidente.
El legislador demócrata explicó que junto con varios congresistas han solicitado información al Departamento de Seguridad Interna (DHS) sobre las operaciones de control migratorio, pero las respuestas recibidas han sido escasas o nulas.
De acuerdo con Padilla, se encontraba en una instalación federal en Los Angeles para recibir un informe de un general cuando se enteró de que Noem ofrecía una conferencia de prensa en la misma planta, junto a otras agencias, para hablar sobre las redadas y arrestos relacionados con las manifestaciones contra las operaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Intentó acudir para hacerle una pregunta.
"Estuve allí en calma. Cuando intenté hacer mi pregunta, de inmediato me sacaron a la fuerza, me obligaron a tirarme al suelo y me esposaron", relató Padilla, quien hizo historia como el primer hispano electo al Senado por California.
Un video muestra cómo, a pesar de identificarse como senador y solicitar que le quitaran las manos, fue empujado, arrojado al suelo en el pasillo y esposado por los oficiales federales. El DHS emitió un comunicado en el que afirmó que Padilla no acató las órdenes de los agentes, quienes actuaron pensando que era un atacante, aunque en las imágenes se puede escuchar cómo el senador se identifica.
Padilla, que no fue arrestado, indicó que este incidente se da en medio de amenazas de la Casa Blanca sobre arrestar a líderes democráticos en California por las protestas contra las redadas. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, calificó la situación de "abominable e indignante" y exigió que se detenga el hostigamiento del gobierno.
Por su parte, Kristi Noem, presente en Los Ángeles para defender las redadas, afirmó que no tenía cita con Padilla y que su ingreso fue "inapropiado". La confrontación refleja la tensión en la relación entre el Gobierno federal y California, estado con gran población hispana y gobernado mayoritariamente por demócratas, en medio de la polémica por las operaciones migratorias en curso.
