La Comisión Permanente del Congreso acordó este miércoles conformar un grupo plural de legisladores que viajará a Estados Unidos para dialogar con congresistas del país en respuesta a la propuesta de aplicar un impuesto del cinco por ciento a las remesas enviadas por migrantes mexicanos a México.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López, planteó la creación de este grupo, integrado por senadoras y senadores, quienes asistirán ante la Cámara de Representantes estadounidense con el objetivo de expresar la postura del Congreso mexicano frente a dicha iniciativa, que fue respaldada por los distintos coordinadores parlamentarios.
López Hernández manifestó que sería lamentable que se impusiera un gravamen a las remesas mexicanas, además de señalar que la propuesta viola derechos humanos. Argumentó que resulta injusto que un ciudadano pague doble tributo, ya que en su salario ya se descuentan impuestos y, al enviar remesas, se le pretende gravar nuevamente.
La estrategia del Senado, explicó López Hernández, es que su participación sirva para que se escuche la voz de México, defendiendo no solo a los migrantes mexicanos sino a todos los migrantes en el mundo. Además, indicó que se entregará a las autoridades estadounidenses un documento técnico y político que reafirme el rechazo de México a esta iniciativa.
Se detalló que en Estados Unidos, los migrantes de diversas nacionalidades transfieren aproximadamente 650 mil millones de dólares anuales, de los cuales México recibe más de 65 mil millones de dólares en remesas.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó la propuesta estadounidense como una “injusticia” y una medida discriminatoria que afectaría a los mexicanos que envían dinero desde Estados Unidos. Sheinbaum expresó su desacuerdo, señalando que los migrantes mexicanos ya cumplen con sus obligaciones fiscales en ese país.
El rechazo de Sheinbaum se da tras la iniciativa del Congreso de Estados Unidos, en mayoría republicana, que busca impulsar el proyecto de ley promovido por el congresista Jason Smith, el cual contempla un impuesto del cinco por ciento sobre las remesas, que sería abonado por los emisores.
En cuanto a las cifras, en el primer trimestre de 2025 México recibió 14,269 millones de dólares en remesas, lo que representó un incremento interanual de 1.3 por ciento. En marzo, los envíos aumentaron un 2.7 por ciento tras una caída en febrero, mes en el que inició la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y en medio de políticas migratorias más estrictas.
Estas remesas, que representan casi el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, han registrado once años consecutivos de incremento, culminando 2024 con un récord de 64,745 millones de dólares. México es el segundo mayor receptor mundial de remesas, solo detrás de la India.