
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) anunció la certificación de zonas libres de plagas del aguacate en diez estados productores, asegurando ventajas competitivas en el mercado nacional e internacional. A través del Diario Oficial de la Federación (DOF), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) informó que su personal ha verificado la ausencia del barrenador grande del hueso del aguacate y la palomilla barrenadora en diversos municipios y zonas agroecológicas de estas entidades.
En Michoacán, se revalidaron 49 municipios desde Acuitzio hasta Ziracuaretiro y Zitácuaro. En Jalisco, 19 municipios, incluyendo Ahualulco del Mercado, Zapotiltic y Zapotlán el Grande, cumplieron los requisitos sanitarios. En Nayarit, los municipios De Jala, San Pedro Lagunillas, Santa María del Oro, Tepic y Xalisco también fueron confirmados como zonas libres.
Morelos registró 9 municipios y zonas agroecológicas sin plagas, entre ellos Ocuituco, Tetela del Volcán y áreas en Cuernavaca. En Puebla, los municipios de Atlixco, Huaquechula, Ocoyucan, Tianguismanalco y Tochimilco mantienen su estatus. Guerrero sumó a Leonardo Bravo, Coyuca de Catalán, Petatlán y Técpan de Galeana, entre otros, como territorios libres.
En el Estado de México, seis municipios, incluyendo Donato Guerra, Temascaltepec, Villa de Allende, Coatepec Harinas, San Simón de Guerrero e Ixtapan de la Sal, fueron certificados sin presencia de plagas. En Sonora, los municipios de Bácum, Benito Juárez, Cajeme, Etchojoa y Navojoa también están libres, mientras que en Guanajuato y Colima, comunidades como Cuesta Blanca, Duarte y Las Coloradas en León, y la zona Guardian del Volcán en Comala, lograron mantener dicho estatus.
Estas certificaciones cumplen con la Norma Oficial Mexicana NOM-069-FITO-1995 y su modificación NOM-066-FITO-1995, que regulan los procedimientos para reconocer y mantener las zonas libres de plagas y las buenas prácticas en el manejo fitosanitario del aguacate.
Las autoridades recordaron a los productores la importancia de continuar con las medidas fitosanitarias establecidas para evitar la pérdida de dicho estatus, ya que la presencia de estas plagas puede destruir hasta el 80% de la producción, además de restringir la movilización y comercialización del fruto. La certificación refuerza la protección del sector aguacatero mexicano, que enfrenta retos severos por las plagas que dañan los cultivos y afectan la economía local.