Francia impuso este jueves una multa histórica de 40 millones de euros (aproximadamente 47 millones de dólares) a la empresa china Shein por prácticas comerciales fraudulentas relacionadas con su oferta de precios y su impacto ecológico. La medida se produce en medio de una creciente presión en el país contra las empresas de la llamada 'moda ultrarrápida', debido a su repercusión económica y ambiental, y en un contexto donde el Parlamento debate regulaciones para frenar su auge.
La autoridad francesa de competencia y protección al consumidor, DGCCRF, informó que su investigación, que duró casi un año, evidenció que Shein empleaba 'prácticas engañosas hacia los consumidores en relación con las reducciones de precios'. Específicamente, se detectó que la firma aumentaba ciertos precios antes de reducirlos, creando así la impresión de ofertas irresistibles.
Los hallazgos revelaron que en un 11 por ciento de los casos, los descuentos en realidad equivalían a aumentos de precios. En un 57 por ciento, no hubo ninguna rebaja, y en un 19 por ciento de los casos, las disminuciones anunciadas eran menos significativas de lo declarado.
Shein, fundada en China y que comenzó sus operaciones en Francia en 2015, ha experimentado un crecimiento notable en el sector de ropa y calzado, consolidándose como un referente de la moda rápida. La compañía aceptó la multa tras el acuerdo con la fiscalía, quien reveló que la firma implementó 'sin demora' las acciones correctivas necesarias dentro de los dos meses posteriores al inicio de la investigación en marzo del año pasado.
La marca ha sido duramente criticada por su impacto ambiental, competencia desleal y malas condiciones laborales. Shein expresó a AFP que tomó las medidas correctivas pertinentes de manera inmediata tras conocer los resultados de la investigación.
Este caso refuerza el debate en Francia sobre la regulación de la moda ultrarrápida y su verdadera coste social y ecológico.