La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo concluyó su primer año de gestión en la Ciudad de México con un total de 25 mil 848 homicidios dolosos, lo que representa una disminución del 34 por ciento respecto a los 39 mil 752 asesinatos registrados en los primeros 12 meses del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la cifra supera los 25 mil 062 homicidios reportados durante el mismo periodo del gobierno de Enrique Peña Nieto y se acerca al triple de los 9 mil 716 ocurridos en el primer año de Felipe Calderón.
Según datos de la firma TResearch al 30 de septiembre de 2025, la estrategia contra la violencia implementada por Sheinbaum ha logrado reducir a un promedio de 70 homicidios diarios en su año de mandato, en comparación con los 99 crímenes diarios del primer año de López Obrador. Pese a esta disminución, las cifras aún están lejos de los promedios registrados en administraciones anteriores: 63 en el inicio de la gestión de Peña Nieto, 24 en la de Calderón, 28 en la de Vicente Fox, 42 en la de Ernesto Zedillo y 36 en la de Carlos Salinas de Gortari.
El análisis de TResearch muestra que el total mensual de homicidios dolosos en la Ciudad de México mantiene una tendencia moderada y constante a la baja durante el primer año de la gestión de Sheinbaum. Octubre de 2024 reportó 2 mil 645 homicidios, mientras que diciembre cerró con 2 mil 335. En enero de 2025, comenzaron con 2 mil 389 y bajaron a 1 mil 976 en abril. Entre julio y septiembre, las cifras disminuyeron de 1 mil 995 a 1 mil 588.
En términos regionales, durante el primer año de Sheinbaum, las entidades con mayor cantidad de homicidios fueron Guanajuato con 2 mil 974, Chihuahua con mil 848 y Baja California con mil 839. Los estados menos violentos fueron Yucatán con 37, Durango con 58 y Coahuila con 99.
Estos datos reflejan una tendencia a la baja en los índices delictivos, aunque aún prevalecen cifras elevadas en comparación con administraciones previas, evidenciando los desafíos que enfrenta la Ciudad de México para reducir la violencia de manera sustancial. La vigilancia y evaluación de las políticas de seguridad continúan siendo prioritarios para lograr una disminución más significativa en la tasa de homicidios.