
Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, respondió este lunes a las amenazas del gobierno de Estados Unidos, que advirtió sobre posibles sanciones debido a la transferencia de vuelos de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en 2023.
Sheinbaum explicó que la decisión de trasladar las operaciones de carga al AIFA se basó en evaluaciones técnicas realizadas desde la apertura conjunta de ambos aeropuertos. La mandataria afirmó que dichas decisiones, incluyendo la reducción de vuelos en el AICM, corresponden a decisiones soberanas del gobierno mexicano fundamentadas en estudios técnicos que garantizan la seguridad y eficiencia.
Enfatizó que algunas aerolíneas estadounidenses manifestaron que la notificación para el traslado fue insuficiente, sin embargo, la mayoría de las empresas se adaptó a las nuevas condiciones, ya que el tráfico en el AIFA es menor.
"Pasó más de un año y medio, y las empresas se han ajustado a esta realidad. No existe ninguna razón para que México reciba sanciones por decisiones técnicas y soberanas", declaró Sheinbaum en su conferencia matutina. Añadió que la definición de los vuelos en ambos aeropuertos no es subjetiva, sino basada en criterios técnicos relacionados con la seguridad y la operación.
El pasado sábado, el secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, advirtió que podrían rechazar solicitudes de vuelo mexicanas si no se reconsideran las decisiones tomadas en 2022 y 2023 sobre el traslado de carga. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) respondió ese mismo día que las medidas tomadas buscan mejorar la seguridad y la competitividad del sector aéreo mexicano.
Sheinbaum también recordó que desde 2014 existían estudios alertando sobre la saturación del AICM, lo que ponía en riesgo su operación y fue uno de los motivos para impulsar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, en su momento. Debido a la saturación, en 2018, y tras una consulta popular, se decidió mantener operativo el AICM y construir el AIFA.
La Jefa de Gobierno defendió la construcción y operación del AIFA, resaltando que desde su gestión y la del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se opusieron a la construcción del aeropuerto en Texcoco, ante la saturación y riesgos que representaba el antiguo proyecto.
En conclusión, Sheinbaum subrayó que las decisiones aeroportuarias de México son resultado de análisis técnicos y soberanía nacional, y que aún no han sido notificados formalmente sobre las amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos.