La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este viernes que la Secretaría de Medio Ambiente se encuentra en negociaciones con la empresa estadounidense Vulcan Materials, propietaria de la mina Calica en Quintana Roo, con el objetivo de evitar la culminación del panel de controversias abierto por la minera.
Desde septiembre de 2024, Vulcan Materials no puede seguir explotando la mina, ya que el gobierno federal declaró el predio como Área Natural Protegida, lo que restringe las actividades mineras en la zona.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum aclaró que la explotación de piedra caliza en Calica no es una opción, pero se están explorando alternativas, como convertir el espacio en un desarrollo turístico de bajo impacto.
"Que se siga explotando la mina no es una opción. ¿Qué opciones se están considerando? Que ese espacio pueda tener un desarrollo turístico sustentable", indicó.
Explicó que, aunque el predio sigue siendo propiedad de Vulcan Materials, la minera tiene la posibilidad de aprovechar el terreno bajo distintas modalidades distintas a la explotación minera convencional.
"Se buscan medidas alternativas que no involucren la actividad minera, pero que estén contempladas en el plan de manejo del Área Natural Protegida, permitiendo a Vulcan usufructuar el territorio de manera distinta", agregó Sheinbaum.
Además, la mandataria precisó que, si se logra concretar un proyecto de desarrollo turístico, este deberá contar con la consulta y aprobación de las comunidades locales de Quintana Roo. La intención es llegar a un acuerdo con Vulcan para evitar el procedimiento del panel de controversias.
Este conflicto tiene antecedentes desde el sexenio pasado, cuando la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente sancionó a Vulcan Minerals por causar graves daños ambientales en Calica, una región de más de 50 mil hectáreas.
La Profepa alertó que la extracción de material pétreo debajo del manto freático produjo daños irreparables en el ecosistema, lo que llevó a la Secretaría de Medio Ambiente a clausurar la mina. A pesar de ello, Vulcan continuó intentando explotar el sitio, hasta que, antes de terminar su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró la zona como Área Natural Protegida, imposibilitando así cualquier actividad minera.
Sheinbaum puntualizó que, dado que Vulcan es propietaria del predio, tiene la opción de desarrollar el terreno mediante acuerdos que se trabajan en coordinación con Semarnat, siempre respetando la protección ambiental.